Que Carla Barber tiene la cuenta del banco llena de ceros no es ningún secreto. Tan solo hay que echar un vistazo a su perfil de Instagram para comprobarlo. Es dueña de un palacete, viste las mejores marcas y se permite cenar en los restaurantes más cotizados. La doctora estética puede permitirse los caprichos que desee, y todos ellos serán fruto de su esfuerzo. Porque Carla factura una millonada, pero también trabaja como nadie para conseguirlo.
A Barber le faltan horas en el día. Se levanta temprano, acude a su clínica, almuerza cuando tiene un hueco y continúa trabajando. Entre vial y vial, saca tiempo para atender a sus niños y siempre publica contenido en sus redes. Es una mujer todoterreno que, a base de esfuerzo, ha levantado un imperio millonario. Tal y como ha comentado ella misma en 'Espejo Público': "Se gana muy bien, pero médicos estéticos hay en cada esquina hay cada vez más".
La competencia en su sector es cada vez mayor, pero Carla tiene ya varias sedes repartidas por toda España. "La millonada no la gano yo, se factura con muchas personas y hay muchos trabajadores. Muchas familias que dependen de ello. Hay mucha gente detrás", comentaba.
Aunque ha evitado hablar de cifras, los datos de sus empresas son públicos. En el último ejercicio de 'Clínicas Barber SL' figuran 5,6 millones de euros de facturación, tal como recuerda Semana. Su segunda empresa, 'Carla Secret SL', dedicada a la venta de cosméticos, facturó 1,6 millones.
Las redes sociales, aunque también son una fuente de ingresos para Carla, no son demasiado significativas: "Me suponen menos de un 1% de mis ingresos comparados con el pinchi, pinchi. No utilizo las redes para conseguir beneficio, sino todo lo contrario. Realmente me escriben muchas marcas y no publicito absolutamente nada porque no las consumo", aseguraba.
Fotos | Gtres
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