Felipe VI no puede evitar ocultar su tristeza en público, según una experta en comunicación no verbal

Las fotos y los audios prohibidos de Juan Carlos I y Bárbara Rey han azotado Zarzuela. Aunque ningún miembro de la Casa Real se hará una portada largando sobre el emérito o llamará a 'Ni que fuéramos Shhh' dando su opinión sobre el tema, cosa que nos maravillaría, sí que está obligada a cumplir con su agenda y presidir los actos que le corresponde como si aquí no pasara ná.

Así lo hemos vislumbrado recientemente con la aparición de Felipe VI y Letizia Ortiz en acontecimientos como Premios Nacionales de Cultura o las celebraciones del 12 de octubre. Si bien es cierto que el monarca está acostumbrado a ofrecernos una sonrisa orquestada que apenas deja ver sus sentimientos, en los últimos eventos a los que ha asistido ha flaqueado y evidenciado que NO atraviesa por un buen momento.

Esto es lo que la experta grafóloga Macarena Arnás le ha asegurado a 'Semana' tras analizar con lupa la letra y la actitud del padre de la princesa Leonor en público. Sobre lo primero, la letra del rey, en palabras de la profesional, "se caracteriza por tener formas mixtas en las que predomina la curva y el ángulo, esto nos habla de una necesidad de equilibrio entre la parte emocional y la parte mental".

Es decir, la autora de 'Las firmas de Napoleón, Stalin, Hitler, Elvis... y otras historias de la grafología' destaca que el hijo de la reina Sofía "es una persona que siempre está buscando la forma de hallar la paz interior y el equilibrio. También se trata de una letra más bien rápida en el trazo en la que aparecen formas ligadas y otras desligadas, lo que indicaría que, aunque predomina el pensamiento lógico y racional tiene una gran parte emocional", le explica la escritora al semanario.

Por otro lado, Arnás se ha coscado de que Felipe "frunce muchísimo el ceño y presenta la frente muy tensionada con las líneas de expresión más marcadas que de costumbre" en sus recientes apariciones en público. Lo que significaría "preocupación", "episodios de ansiedad" o "tristeza".

La grafóloga también se ha fijado en la boca y labios del rey, los cuales se encuentran "en trayectoria descendiente, se comprimen y las comisuras se curvan hacia abajo y esto también es un símbolo de preocupación emocional": "Las imágenes de sus últimos actos públicos nos hablan de estar pasando por cierta preocupación y tristeza. De estar pasando un mal momento", sentencia la experta.

Fotos | Instagram de @CasaReal 

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