Lo de "la segundas partes nunca fueron buenas" no se inventó por gusto. Un buen ejemplo es Liubov, quien ha regresado a 'First Dates' de nuevo, después de lanzar su zapato por los aires en su primer encuentro, y ha protagonizado una cita de lo más peculiar junto a Sergio, un representante catalán de 42 años que buscaba una compañera de vida para crear una familia.
Y es que desde primerísima hora, Liubov ya la lio parda al esconderse detrás de la barra con el fin de espiar a su acompañante: "Quiero decirte... Bueno, soy sincera: ¡no me gusta! No es mi tipo", espetaba la rusa sin pelos en la lengua, dejando a Sergio con la cara hecha un cuadro: "Mi intuición femenina me dijo que este hombre no es para mí. No es mío", añadía ella con cero unidades de filtros.
Carlos Sobera, en un intento de reconducir la velada, le explicó a Liubov que Sergio era "un hombre interesante, intelectual y, sexualmente, es un portento", y éste alegaba que NO pensaba que la rusa fuera su cita: "Pensaba que era una nueva camarera... Me ha costado asumirlo", admitía el catalán.
Este dúo no cuajó. A Sergio no le moló que Liubov le enseñara a comer almejar (doble sentido incluido) o que se quitara los zapatos durante el postre: "No sé a qué viene esta chica, parece que a publicitarse, pero tampoco sé qué producto publicita. Parece todo actuado, no viene buscando el amor", declaraba el representante mencionando, en tono jocoso, que "en Rusia, hay mucha cultura del circo de payasos". Toma indirecta.
Como te habrás imaginado, cada soltero tiro por su lado. Mientras Liubov afirmó que a Sergio le faltaba "energía masculina dominante", el catalán expuso que la rusa tenía demasiada "energía Rasputín. Has estado muy dispersa toda la cita", sentenciaba.
Fotos | Cuatro
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