Lo que en un principio parecía un idilio de verano, ha terminado en relación seria. Iñaki y Ainhoa, los tortolitos que paseaban por las playas de Bidart a espaldas de la infanta Cristina, continúan su historia de amor alejados de los focos. No les interesan los platós ni las exclusivas. Ellos viven su enamoramiento entre naturaleza, deporte y algunos rumores que se ven obligados a soportar.
Mucho se ha hablado sobre lo que une a Urdangarin con Armentia. Se ha especulado con crisis, disusiones y malos entendidos, pero nada de eso parece ser cierto. Iñaki y su novia están enamorados y pasean su pasión por el norte de España. En concreto, les gusta hacer rutas por montes y caminos de tierra.
Tal y como asegura Hola, "les encanta la zona del embalse UllibarriGamboa y perderse por el parque de 116 hectáreas. Un espacio en el que se les ha podido fotografiar paseando entre arces y fresnos, charlando y viviendo su historia de amor con la mayor naturalidad y casi siempre abrazados".
Al parecer, el ex de la infanta encuentra la paz en las zonas verdes cercanas a Vitoria. También pasan temporadas en Bidart, donde la infanta mantiene un piso que Iñaki todavía visita en ocasiones. Precisamente allí, en Francia, fue donde Iñaki y Ainhoa fueron vistos agarrados de la mano por primera vez.
"También se les ha visto dar paseos en bicicleta que comparten con los dos hijos de Ainhoa y recibir clases de yoga...", cuenta la mencionada publicación. Además les gusta practicar esquí en Baqueira, lugar al que acudieron el pasado 14 de febrero para celebrar San Valentín.
Fotos | Portada Hola / Gtres
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