Parecía imposible quebrantar la felicidad de esta pareja que ahora finge ser ideal después de que todos fuéramos testigos de las continuas infidelidades de Iñigo Onieva a Tamara Falcó, pero parece ser que la prensa lo hemos conseguido. El empresario y la marquesa de Griñón se han puesto algo tenso ante las cámaras y micros de las agencias que les esperaban al salir de misa para preguntarles por la rivalidad entre sus madres y su boda.
Harto de la insistencia de los compañeros periodistas, Iñigo ha optado por zanjar el momento con un gesto de despedida de lo más brusco: “Esto ya está siendo muy intenso”, manifestaba mientras que Tamara Falcó, como siempre, toreaba a los paparazzis con una sonrisa de oreja a oreja.
Ante las preguntas de los reporteros encargados de tratar de sonsacar algún nuevo detalle del engagement más esperado del año, Iñigo ha optado por tomar una contestación "tipo": “Yo nunca voy a responder”, ha manifestado Onieva dando a entender que, cuando quiera hablar con nosotros, lo hará previo pago y mediante una exclusiva en la revista de cabecera de la familia Preysler.
Es entonces cuando Tamara Falcó ha decidido dar la cara por su chico y tomar la misma postura con él cuando, en realidad, ella sabe cómo abordar mejor estas situaciones: “Dejadnos en paz, que esto ya está siendo muy intenso”. Tras ver que el rostro de Iñigo seguía encendiéndose, la marquesa nuevamente medió para así evitar que Onieva fuera a más: “Se acabó. Se acabó”, manifestaba la hija de Isabel Preysler después de que su prometido se frenara en seco y mirara con mala cara a los periodistas.
Fotos | Telecinco
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