Isabel Preysler quería una mansión y Boyer la financió. Ahora, ella es dueña y señora sin pagar ni un euro.

Isabel se salió con la suya. Tiene una mansión a su nombre y, al parecer, no le costó un centavo. Ahora financia el mantenimiento y los distintos gastos, pero la propiedad no le costó un solo euro. Está valorada en 9 millones y, en caso de venderla, el dinero pertenecería a íntegramente a Isabel. Es decir, es dueña y señora de una mansión que no pagó.

Tiene trece cuartos de baño, varios salones imponentes y un jardín de ensueño. Hay piscina, zona para tomar el té y tantas habitaciones como las que acumula un verdadero palacio. Allí vive Preysler y el personal de servicio. En vacaciones, hijos y nietos se alojan con la yaya Isabel en la mansión que financió Boyer.

Sí, Boyer. Según lo publicado por Okdiario, "fue el ex ministro de Felipe González quién pagó casi íntegramente su construcción". A finales de los años 80, tras iniciar su relación con la socialite, "compró los terrenos sobre los que se alza la vivienda a empresario Fernando Fernández Tapias, por 90 millones de pesetas de la época", explican.

"Siempre según fuentes de la familia, Miguel Boyer invirtió en la construcción de Villa Meona los 150 millones de pesetas que obtuvo con la venta de la residencia de veraneo que su familia poseía en Irún. El inmueble se vendió por 600 millones de la época: correspondieron 150 millones a cada uno de los cuatro hermanos", cuentan desde el citado medio.

Después, Isabel consiguió que la vivienda estuviese a su nombre por una cuestión concreta. Al parecer, la decisión se tomó de esta manera porque "no resultaba estético que un político que acababa de salir del Gobierno de Felipe González hiciera ostentación de una vivienda tan lujosa", cuentan fuentes de de la familia.

Fotos | RTVE

En Trendencias | Cómo montar un jardín vertical en tu terraza: trucos y todo lo que necesitas saber

En Trendencias | Cómo limpiar tu casa rápido en una hora con el método Power Hour

En Trendencias | Cómo combinar un pantalón vaquero negro: colores, zapatos y accesorios