Kate Winslet siempre ha destacado por su defensa de la belleza natural y su oposición al uso de Photoshop. La conocemos como una mujer fuerte y segura de sí misma, pero ahora ha confesado que no siempre fue así. Que hubo un tiempo en que ella también sufrió el body shaming, como tantas mujeres anónimas cada día. Lo ha contado en el cuarto evento WE Day, celebrado esta semana en Londres.
Kate describe la experiencia como horrorosa: «Siempre me estaba comparando con otras personas. Me llamaban 'bola de sebo', se reían de mí por querer ser actriz, me encerraban en armarios y se reían de mí. No era la más guapa y me llegaron a decir que tendría suerte si algún día conseguía un papel como la típica chica gorda de la película. Nunca lo olvidé cuando me decían que no era lo que estaban buscando. Esa falta de amabilidad me hacía sentir horrenda».
Fueron años duros, que la hicieron sentir que no era suficiente, a causa de su aspecto. Pero esa negatividad no la llevó a rendirse, sino todo lo contrario: la utilizó como motivación para conseguir su sueño de ser actriz: «No me encerré en mí misma ni abandoné. Seguí luchando. Tenía que ignorar los comentarios negativos. Tenía que creer en mí misma. Tenía que elegir sobreponerme a todo ello. Tenía que trabajar duro. Tienes que ser indestructible para hacer lo que amas y lo que crees que te mereces. Y, a veces, esa es la peor parte».
Reconoce que, en sus años escolares, nunca consiguió un buen papel, pero que no se rindió porque le encantaba actuar: «Quería ser buena y estaba decidida a seguir aprendiendo». Kate quiso animar a los jóvenes que sufren lo mismo por lo que pasó ella a no rendirse y luchar para vencer a quienes los acosan.
Imágenes | Gtresonline.
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