Se acabó lo que se daba. Aunque Alice y Morata nos vendieron una historia de amor apasionada, todo se ha ido al garete. La pareja ha roto su relación y ambos dan la misma explicación: "hay incomprensiones continuas" en el matrimonio. Es decir, no se entendían. Tras varios meses de crisis, los tortolitos se divorcian dejando claro que "no ha habido faltas de respeto" entre ellos.
No hay terceras personas ni existen fotos comprometidas. Todo lo que se ha dicho es falso, o así lo aseguran Alice y Álvaro. Quieren evitar a toda costa las especulaciones y el futbolista ya ha amenazado con tomar medidas legales. De ningún modo permitirá que se dañe su honor o el de la madre de sus hijos. Además, hay algo que podría preocuparles a ambos: el valor de su imagen.
El futbolista y la 'influencer' son dos personajes altamente rentables. Ambos colaboran con varias firmas y sus contratos podrían estar en peligro. En este momento, Alice y Morata tienen un par de empresas en común. "La primera de ellas Masqmai, una marca de cosmética natural de primera calidad fundada por la modelo italiana en enero de 2017 y a la que pronto se unió su marido", explican desde Informalia.
Después, "firmaron un acuerdo de distribución mediante el gigante Sephora". Tras comprobar su éxito, "crearon su propia línea de ropa bajo el nombre de Akala Studio, una firma de ropa casual para que todos los miembros de la familia", cuentan desde el citado medio. Es decir, la pareja sigue unida en el terreno laboral y es importante que su imagen no decaiga.
Por otro lado, Álvaro cuenta con varios negocios inmobiliarios. En 2019 fundó junto a su padre Tamora Housing Investments, cuyo objetivo es la explotación de actividades de carácter inmobiliario. "Con un capital social de 3,4 millones de euros y domicilio social en el madrileño barrio de Montecarmelo, en su catálogo figura un local en la calle María de Molina por valor de 2,87 millones de euros y una vivienda en Pozuelo de Alarcón (Madrid), en La Finca, por más de 1,64 millones de euros...", cuentan.
Además, desde 2017, Morata es socio de la franquicia de croissants más famosa y lucrativa de España: Manolo Bakes. Alice no forma parte de este negocio, pero sí comparte con su todavía esposo un bien de alto valor: la casa familiar de La Finca. Se trata de un chalet valorado en más de cuatro millones de euros. La pregunta es, ¿qué harán con ella? ¿La comprará una de las partes? ¿O decidirán venderla?
Fotos | Instagram @alicecampello
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