Desde que Blac Chyna se arrejuntó con Rob Kardashian, nuestras vidas se han hecho mucho más emocionantes. A las broncas, polémicas y excentricidades de Kim, Khloé, Kourtney y las Jenner se suman ahora las de la pareja de Robert. Y es que más alla de sus escándalos y discusiones a grito pelado, Ángela Reneé (aka Blac Chyna) es una Kardashian de corazón. Ella ha cogido todo lo que caracteriza a las K originales y lo ha superado con creces, como piezas para crear al Señor Patata. Es una fusión de todas ellas, la Kardashian definitiva.
Ahora ha vuelto a saltar a la palestra, si es que alguna vez se ha bajado de ella. El tema candente es que su querido Rob ha publicado fotografías suyas desnuda y en situaciones íntimas. Pero no es la primera vez que el escándalo revienta entre ambos. Y por el bien de la audiencia de Keeping Up With The Kardashians, suponemos que tampoco será la última. Pero Blac Chyna es ya parte de la familia más famosa del mundo. De hecho, parece estar hecha de piezas (mejoradas) de cada uno de los componentes familiares.
La actitud diva de Kim Kardashian
La más famosa de las tres hermanas es bien conocida por ser una diva. De hecho, Khloé y Kourtney la acusan a menudo de serlo y se ríen de ella por eso. Entre sus momentos más estelares está la excesiva boda con Kris Humphries y sus demandas durante el embarazo. Llegó hasta a exigir a su asistente que llevara siempre una silla encima, por si se cansaba de estar de pie.
Blac Chyna ha cogido este rollo caprichoso y lo ha mejorado, llevándolo al siguiente nivel. Se dice que durante el embarazo exigía beber solo Red Bull. Y ahora que suenan campanas de boda quiere un vestido igual que el de Carrie Bradshaw en Sexo en Nueva York y que la madre de Rob pague por toda la boda. ¡Si hasta ha lanzado una colección de emojis como hizo Kim!
El mal genio de Khloé Kardashian
El mal genio y los improperios que salen por la boca de Khloé Kardashian son los que dan esa chispa al reality. Y es que la celebrity no se corta un pelo y monta unos pollos de aúpa. Scott Disick, Kim y su mejor amiga Malika son la prueba de ello. Gritos, insultos y hasta tirarse cosas a la cara.
Pero Blac Chyna no se siente intimidada, sino alentada. Ella también puede sacar su mala leche, y le sale por las orejas.
El orgullo de Kourtney Kardashian
La arrogancia de la mayor del clan es férrea e inamovible. Por sus narices que no hace algo y no lo hace. Jamás pide perdón o reconoce un error, e incluso le entra la risa cuando alguien la confronta.
¿Es esto insuperable? Por supuesto que no. Blac Chyna todavía no ha sido capaz de disculparse con Kylie (su cuñada) por las que le lió cuando salía con Tyga.
El estilo de Kylie Jenner
Es la comidilla de todo Internet, el gran parecido de Blac Chyna y Kylie Jenner en Instagram. Sobre todo, si tenemos en cuenta que Kylie salió durante mucho tiempo con Tyga, que es a su vez el ex de Blac Chyna y padre de su hijo. Vamos, rollos familiares muy extraños. Y aún así, Blac Chyna coge el estilo de la pequeña Jenner y lo copia llevándolo al extremo (si es que puede ser más extremo). Aquí hay unas cuantas pruebas:
El día que Kylie se vistió de total denim con un cinturón marcando la cintura. Blac Chyna no pudo resistirse, pero lo superó con escotazo y perlas.
Ese otro día que Kylie llevó un vestido de tirante en tono champán recién sacado del armario de Paris Hilton en los 90. Blac Chyna no se dejó amedrentar y siguió el mismo ejemplo: más corto, más escotado y más metalizado.
Por no hablar de las pelucas. Hasta hace bien poco Kylie tenía el imperio de las melenas más locas en su armario, ordenadas por colores, longitud del pelo y número de usos. Cualquier seguidor de KUWTK lo sabe. Pero ahora Blac Chyna también se ha lanzado a la moda del cabello technicolor. Por supuesto, más neón, más corto y más loco. Ella siempre mucho más.
Suponemos que a Kylie este copieteo le trae por el camino de la amargura. Pero hay que reconocer que a la nueva Kardashian definitiva le sale fenomenal lo de llevar el estilo K al más atrevido extremo.
Las peinetas de Kendall Jenner
Kendall se escapa al mundo de su propia familia. Ella va a su rollo, con un estilo, forma de pensar y lifestyle muy diferente al de sus hermanas. Y a pesar de ello Blac Chyna ha encontrado una afición en común: sacarle el dedo a los paparazzis. Kendall lo hizo en Florida y Blac Chyna se lo mejoró: no solo sacó el dedo, si no que se puso de espaldas para enseñar su parte trasera.
El dramatismo de Kris Jenner
Si algo sabemos de la matriarca de la familia Kardashian es que llora. Llora mucho. En cada episodio, momento y situación. Como ella misma dice, "soy muy sentimental". La hemos visto llorar porque Kourtney no quiere casarse, porque Khloé no la quiere coger el teléfono y porque Kim guarda cosas en su garaje.
Es un paño de lágrimas, pero Blac Chyna puede superarla. ¿Que tú lloras porque Kim no te deja organizar su boda? Pues yo lo hago porque no queda gelatina en la nevera.
El apetito de Rob Kardashian
Si algo queda claro al volver a ver la temporada 1 de los Kardashian, es que a Rob le encanta comer. Parte de su problema es que le gusta mucho la comida basura. Y Blac Chyna no se queda atrás, mostrando en su Snapchat la cantidad de hamburguesas que puede comer en el In'n Out. ¿Quién será el ganador del concurso de comida?
Ya lo veis. Parece que la familia Kardashian no solo espera otros dos miembros por gestación subrogada y tiene un hermano malvado de mentira. Ahora también han logrado una especie de Frankestein de carne y hueso hecho con las cualidades más destacables de cada miembro de la familia. Como si se hubieran fusionado al estilo Dragon Ball, pero de una forma más millennial e it.
Fotos | Giphy, @blacchyna, @kyliejenner, Gtres.
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