De los 18 años a los 21, Victoria Federica no solo ha pasado de ser una Borbón más a la gran influencer de la Casa Real, sino que también ha experimentado una radical transformación física (dos cosas que, seguramente, van de la mano). La hija de la infanta Elena y Marichalar ha decidido dejar aparcados sus estudios para centrarse en su carrera como postureadora máxima.
Vic Fede ha cambiado la toga por los super vestidos que le pagan las marcas, las buenas notas por los likes y las noches de estudio por photocalls y grandes farras. Aunque también ha dicho adiós a algunos aspectos de su físico que no le convencían del todo y que explican la indudable transformación de la influencer.
Esta renovada imagen tiene un sustento económico en los 3.000 euros que rondaría el caché de cada una de sus apariciones públicas. Un dineral que le habrían ayudado a financiar un aumento de pómulos, un ligero retoque en la nariz y una hidratación de labios, además de mejorar la línea de la mandíbula según aseguró en su día un médico estético en el programa de Federico Jiménez Losantos.
También 'Sálvame' detectó en la nueva imagen de Victoria Federica una elevación de la cola de la ceja, así como de la nariz, además del relleno de pómulos, aumento de labios y mejora del ángulo de la mandíbula que habrían mejorado su imagen. Además, que la propia Vic sea quien elija las fotos que aparecen de ella en los medios subiéndolas a redes sociales y que haya aprendido a sonreír a lo largo de los años también ayuda bastante a que a día de hoy la veamos más guapa.
Fotos | GTRES / @vicmabor
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