Atrás quedaron las noches de llanto y ansiedad. Los días grises, los pensamientos oscuros y el rencor hacia un hombre que no se portó como debía. La infanta Cristina se ha liberado de todo aquello que, durante más de un año, borró la sonrisa de su rostro. Ahora es un mujer divorciada, feliz y con toda una vida por delante. Se siente plena, satisfecha y libre.
Tras dos años de negociación, Iñaki y la que fuera su esposa han llegado a un acuerdo. Firmaron los papeles el pasado enero y ha sido ahora cuando, por primera vez después del divorcio, hemos visto a doña Cristina. En Barcelona y acompañada por la novia de Pablo Urdangarin, la infanta ha hecho un plan de lo más divertido.
Suegra y nuera, visiblemente emocionadas, han acudido a uno de los partidos de Pablete. No es la primera vez que coinciden en la grada, pero en esta ocasión el encuentro ha sido más especial. Cristina y Johanna se sentaron juntas, compartieron confidencias y muchas carcajadas. En las imágenes resulta evidente la buena sintonía entre ambas.
Al parecer, Zott y la madre de su novio han conectado a la perfección. Hacía tiempo que no veíamos a la infanta tan alegre. Estuvo sonriente durante todo el partido y hasta se levantó de su asiento para animar con cánticos al equipo de su pequeño. Al final del partido, Pablo se acerco a la grada y besó a las dos mujeres más importantes de su vida.
Fotos | Gtres
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