Aunque se unieron en matrimonio el pasado 8 de julio, Tamara e Íñigo no lo comparten todo. No comparten título nobiliario, no comparten contratos publicitarios y tampoco gozan de las misma ventajas económicas. Y sí, Onieva tiene dinerete porque pertenece a una 'familia de bien', pero la marquesa está a un nivel estratosférico.
Tami es capaz de hace pasta con un simple chasquido de dedos. Es increíble. Colabora con grandes firmas, diseña sus propias colecciones, adquiere viviendas rebajadas a cambio de unas cuantas fotos y hasta publicita bombones con el único objetivo de llenarse el bolsillo. También colabora en 'El Hormiguer0', grabó un docu-dramón en Netflix y tiene un acuerdo con la revista del saludo para venderse en portada.
Tamara está forrada y así lo demuestra en su día a día. No solo visita restaurantes caros y tiendas de lujo, también es VIP en el aeropuerto. Tal y como publica Informalia, la marquesa contrata el servicio premium para que recogan sus maletas y se las lleven al coche. Además, no sale por la misma puerta que el resto de mortales. Tamara tiene la suya, la puerta 'deluxe'.
Íñigo, en cambio, no goza de semejante privilegio. Prefiere ahorrarse los 500 lereles que cuesta el servicio y arrastrar la maleta como cualquier otro ser humano. Desde 'TardeAR' aseguran que "tienen cuentas separadas y Tamara se lo puede permitir y él no".
Fotos | Gtres
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