Mientras que otros ex se despellejan, Tamara Falcó ha decidido empezar este 2023 a contracorriente y ha retomado su relación con Íñigo Onieva (después de protagonizar uno de los salseos más importantes de 2022). De hecho, la socialité y chef ha dicho que siguen adelante con los planes de contraer matrimonio y que se casan en seis meses. Pero la historia de este culebrón no deja de sumar nuevos capítulos porque ahora hemos podido conocer de su propia boca todos los detalles de reconciliación.
Han pasado solo cuatro meses (o un nanosegundo en el metaverso) desde que la Marquesa de Griñón contara en El Hormiguero (programa donde colabora) los pormenores de su ruptura con Íñigo Onieva tras enterarse por redes sociales de que este le había sido infiel, hasta que se ha sentado en la misma silla a narrar los de su reconciliación con el empresario.
Así hemos podido conocer que esta segunda oportunidad ha sido un milagro navideño y es que, según Tamara Falcó ha contado, decidieron "enterrar el hacha de guerra" por Navidad. Y es que, como si de una película se tratara, Onieva se presentó el 25 de diciembre en casa de los Falcó sin que nadie lo supiera (menos Tamara), ante el desconcierto de toda la familia.
"Él no tenía mi móvil y escribió a una amiga para decirle que quería hacer las paces conmigo. Me pareció bien y lógico. Con el espíritu de la Navidad y todo eso, el 24 de diciembre me dije: ¿Por qué no ir a misa juntos?", contó Falcó. Continuó con su relato diciendo: "A las siete de la tarde le mandé un mensaje para ver si me quería acompañar a la Misa del Gallo. Me dijo que lo iba a intentar, vino a casa, saludó a todo el mundo, aunque mi madre ya se había ido a dormir".
"Después de la misa nos quedamos hablando, intercambiamos las cosas que me habían hecho daño, las que le habían hecho daño a él y ya quedamos en plan de amigos. Le di mi teléfono nuevo y nos empezamos a mensajear", recordaba la chef.
Sin embargo, la Marquesa no empezó a plantearse retomar su relación romántica hasta unos días después, más concretamente, el 28 de diciembre (día de los santos inocentes) cuando se hizo pública la ruptura de Isabel Preysler con Mario Vargas Llosa. Fue entonces cuando un comentario de su madre sobre el amor y su relación con Julio Iglesias le hizo reflexionar y le "hizo 'clic'": "Enamorada es lo que estaba yo de tu padre [sic], que me rompió el corazón y, por eso, no le pude perdonar", contó Falcó en la tetulia de actualidad de El Hormiguero.
Después fue ella la que dio el siguiente paso en Nochevieja. "El día 31 de diciembre dije que quería empezar el año bien, pasando página, y me pasé toda la tarde fatal, incluso lloraba". Justo cuando iban a empezar las campanadas, le escribió un mensaje a su ex: "¿Vas a venir a verme luego?". Así que cogió su moto y fue, tal y como ha contado, momento en el que se produjo oficialmente la reconciliación.
Aunque Isabel Preysler, que de relaciones sabe un rato, ya le ha advertido que la gente no cambia, su hija cree que sí es posible ya que ella ha podido comprobar en sus propias carnes cómo ha cambiado durante su vida. Así que decidió intentarlo antes de quedarse con la duda de qué hubiera pasado si... Y es que cree que Íñigo, tras "la bofetada monumental" que recibió el pasado otoño, se ha dado cuenta de que hay cosas en su vida que tiene que trabajar y "ha reaccionado". Además, asegura (y se le nota) estar "feliz" con la decisión tomada.
Foto de portada | @ionieva
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