Doña Sofía es la fiel compañera de su hermana. Desde hace varios meses, la emérita no se separa de Irene. Desayunan juntas, toman el té en los jardines de Zarzuela y hasta se acuestan a la misma hora. La princesa de Grecia fue el gran apoyo de Sofía cuando Juan Carlos no se comportó como un buen esposo, y ahora es la reina quien se ofrece a ayudar a su hermana, necesitada de apoyo a causa de su enfermedad.
Tal y como desveló Lecturas, Irene tiene dificultades para almacenar sus recuerdos. Padece una enfermedad degenerativa y hasta los rostros de sus allegados comienzan a difuminarse. "Padece el mal del olvido, lo que ha provocado que se le desdibujen los recuerdos de todo aquello que vivió en su infancia y en su juventud...", contaron en el citado medio.
A día de hoy, Irene se mantiene estable. Todavía acompaña a su hermana en algunos actos y no duda en viajar hasta Grecia por motivos familiares. También estuvo en Marivent este verano y se espera que el próximo 28 de septiembre asista a la boda de su sobrina Teodora. Es probable que Sofía también acuda al evento.
La reina Sofía junto a su hermana Irene
Este viernes, la reina tiene trabajo. Viajará a Lisboa a finales de semana como presidenta de la Fundación Reina Sofía para amadrinar el congreso ‘International summit on neurodegenerative diseases’. Se trata de una cumbre científica donde se hablará de enfermedades neurodegenerativas y, en especial, sobre el Alzheimer.
Dicha reunión resultará especialmente importante para doña Sofía, cuya hermana padece esta dura enfermedad. La reina está ahora más comprometida que nunca con este tipo de actos.
Fotos | Casa Real
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