Una vez más el desfile de Iñaki y Aitor Muñoz ha sido de sobresaliente. Y es que no me canso de ver los maravillosos vestidos que diseñan. Para la próxima Primavera-Verano 2009, Marruecos es el punto de partida. La mujer Ailanto, inquieta y viajera, se convierte así en una odalisca contemporánea en la que el exotismo del norte de África se funde con la estética urbana de los años 80.
Los hermanos Muñoz vuelven a apostar por la feminidad para vestir a una mujer viajera y urbana con siluetas vestidas con tejidos y colores inspirados en el mundo creativo de Henri Matisse. Sábanas beduinas, tapices, bordados… tesoros que el pintor coleccionaba en su taller de Niza y de los que extrajo la esencia de parte de su obra pictórica. Y todo al más puro estilo hippie.
Superposiciones de prendas y volúmenes contrastados, vestidos rectos por delante y voluminosos en la espalda con jaretas, volantes y pliegues. Prendas que envuelven el cuerpo mediante pliegues irregulares, túnicas drapeadas, saharianas y gabardinas militares masculinas, falda pantalón con pliegues, pequeños chalecos y grandes blusones sobre pantalones pitillo o recogidos en el tobillo al estilo harén.
Cibeles se tiñó de mucho colorido, como si de un arco iris se tratara, con prendas en crudos, arena, khaki, los clásicos blanco y negro y el rosa, coral, azul lavanda y azul celeste, tanto lisos como estampados.
Variedad también en los tejidos, sus creaciones se confeccionan con otomán de lino, encaje de algodón, muselin de seda, voile de algodón y seda estampada con motivos "matisse". También con puntos de algodón a rayas y arpillera con jackard vegetal.
Y como complementos para los collares y pulseras XXL, en teca y oro, con dados, piezas de dominó y de ajedrez incrustadas. Maxi-bolsos de piel y ante en patchwork o con relieves figurativos, ideales para que nos quepa todo.
Y es que estos hermanos piensan en todo.