Debo confesar que no soy precisamente una de esas personas seguidoras a ultranza de las películas de Pedro Almodóvar pero sí he visto su filmografía completa y aunque no todas tienen la misma brillantez, siempre hay alguna frase que se queda marcada en la memoria por su gracia o porque llegan a pasar al imaginario colectivo.
La pasarela Cibeles siempre me ha parecido un escenario completamente almodovariano por la naturalidad con la que conviven el duro trabajo de decenas de personas que se lo juegan todo en un desfile de diez minutos que será juzgado (y en algunos casos olvidado) en menos de un día, como pasa a veces con las películas, con cosas que fuera de allí son completamente estrafalarias como ver a modelos prácticamente desnudos y que a nadie parezca importarle, gente vestida como si fuese a una boda a las 11 de la mañana de un lunes; que Carmen Kass, la súper modelo "gancho" de la edición, desfile sin depilar; o ver a los maquilladores y peluqueros con unos looks tan elaborados y curiosos que superan a los de las modelos en los desfiles más "rompedores", pero que para hacer su trabajo justo antes de que salgan a la pasarela tienen que subirse a una silla para alcanzar y hacer los retoques de última hora.
Me he propuesto hacer un resumen de esta pasada edición tomando como inspiración algunas de las frases más recordadas de la filmografía del manchego. A ver qué tal me sale. Prometo ser igualita a Chus Lampreave.
"Es que la telebasura tiene algo, ¿eh? Yo, cuando me siento delante del televisor, no puedo dejarlo. Me voy sintiendo cada vez peor, pero no me puedo levantar" VOLVER
Parece que estamos condenados a que sea cual sea la cadena que retransmita los desfiles de Cibeles la retransmisión sea penosa, con reporteras que únicamente pretenden lucir modelito y preguntar al famoso de turno que se sienta en el front row por su última relación y cometiendo errores tan vergonzosos como decir que Victorio & Lucchino son hermanos.
Existe la idea en muchos medios de comunicación de que cualquiera puede hablar de moda porque para eso no hay que saber porque son cuatro tonterías que le gustan a cuatro marujas y que sólo sale en los informativos para enseñar los desfiles de bañadores o ropa interior justo antes del bloque de los deportes. Y claro, después pasa lo que pasa.
Vamos a beber y así aflojamos un poquito. TODO SOBRE MI MADRE
Y es que tras los desfiles, los privilegiados que tienen pase para el Kissing Room pueden acercarse y hacer cola para felicitar al diseñador y a la vez tomarse un copazo de vodka. Que sean las 11 de la mañana o las 5 de la tarde no tiene la más mínima importancia.
En las ediciones anteriores, la marca que patrocinaba este espacio creaba un combinado diferente para cada desfile y colgaba de las copas un cartelito con los ingredientes y el diseñador correspondiente.
Este año, los combinados eran siempre los mismos pero por suerte también servían agua, algo que algunos que van a trabajar agradecieron mucho.
“Ese melón mejor no abrirlo”. LOS ABRAZOS ROTOS
Temas que no se tocan por no molestar: las subvenciones, la cantidad de diseñadores que desfilan y que no tienen puntos de venta (y los showrooms no cuentan como tiendas), la calidad de algunas telas, cómo están cosidas algunas prendas y el arte que tienen algunas modelos para que no se note demasiado, el sistema de reparto de turnos de los desfiles y los criterios que se utilizan para hacerlo, la repercusión de la pasarela en el extranjero, la ausencia de compradores internacionales,...
Tu espíritu, tu estilo, todo aquello que te hizo única. TACONES LEJANOS
Esta frase resume el sentimiento que acompañaba a todos los asistentes al último desfile de Jesús del Pozo. Y asistían al nacimiento de algo inédito en la moda española: una marca que tiene continuidad en el tiempo cuando su creador falta. Ojalá el equipo sepa mantener el nivel y la aventura que acaban de comezar dure muchos años.
Qué equivocada está, pero qué gracia tiene la jodía. KIKA
O cómo algunos diseñadores se aferran a un supuesto carácter underground que hará que sus imágenes sean portada del periódico del día siguiente. Y aunque a mi no me parezca la mejor forma de vender una colección está claro que funciona, sobre todo en los desfiles de los últimos días, cuando todos los "grandes" ya han desfilado y se necesita algo más para llamar la atención de los asistentes y los medios de comunicación.
“¿Existe alguna posibilidad, por pequeña que sea, de salvar lo nuestro?” LA FLOR DE MI SECRETO
Esta es la sensación con la que muchos entramos y salimos de Ifema después de cada edición de Cibeles, pero como la esperanza es lo último que se pierde volvemos cada seis meses con la mejor de las intenciones y esperando ser gratamente sorprendidos. Ojalá algún día ocurra. Los destellos de luz que arrojan marcas del Off como Alvarno o el buen trabajo que desarrollan desde hace varias temporadas diseñadores como Juan Duyos o Ana Locking hacen que no cerremos la puerta del todo, porque lo de terminar siempre como María Barranco en "Mujeres al borde de un ataque de nervios" tiene que acabar ya.
En Trendencias | Cibeles Primavera Verano 2012