Cibeles cierra esta noche su última edición y aún nos quedan algunas colecciones importantes que repasar. Una de las diseñadoras con más talento de las que desfila en Cibeles es sin duda la burgalesa Amaya Arzuaga. Ella no tiene miedo de innovar con las formas, y apuesta por una mujer segura de sí misma, independiente y moderna.
Amaya crea complejos vestidos con varias capas superpuestas. Telas que forman volantes, pliegues y que se doblan sobre sí mismas en forma de origami japonés, creando estructuras sinuosas, aunténivas estructuras móviles.
Los jerséis de lana aumentan su volumen gracias a las bolas de lana tricotadas de manera exagerada.
Los abrigos de pelo largo siguen estando de moda, pero se llevan en dos tonos entremezclados: negro y gris claro.
Los vestidos se llevan sobre brillantes leggings de lentejuelas, en negro o en gris, para dar luz a las telas mates como la lana fría. Los colores predominantes son el verde oscuro, el negro, el beis y el blanco, mostrando una gran sobriedad en los estampados y en los colores pero una gran complejidad en los patrones y en las formas.
Para los vestidos de noche, Amaya nos demuestra que el blanco y el negro pueden ser igual de elegantes.
Ver 4 comentarios