Ana González, más conocida como Ana Locking ha presentado un desfile atrevido y futurista en la Pasarela Cibeles, y yo diría que el más original y atrevido de todos los que hemos visto hasta ahora.
Su colección fue una dualidad absoluta. Por un lado, con diseños muy creativos y llamativos, con recursos estéticos muy fuertes, para las más atrevidas, y por otro, propuestas más suaves y sutiles y muy elegantes.
Los mini-vestidos han sido la estrella del desfile. Pero mini, mini, porque a algunas modelos se les ha visto el tanga. Pero eso es lo de menos, esto es moda. Mi preferido, este vestido asimétrico color cereza.
Lo mejor de todo ha sido el juego con el color desde el principios hasta el final. Giros de color que van desde las mezclas entre el nude, camel, rojo y burdeos. Looks intercalados en gama única de azul malaquita (como los de lamprimera fotografía), verde esmeralda y púrpura, para ir desarrollando otros grupos de gamas cromáticas que incorporan poco a poco nuevos colores y crean finalmente una paleta multicolor en un puzzle de piezas que se juntan sin mezclarse.
Diseños inspirados en la pintura de la infancias, es decir abstractas, plasmados en líneas futuristas que vemos en chaquetas principalmente, prendas en capas superpuestas y volúmenes geométricos.
Y para la noche un vestido cóctel, elegante, sofisticado y muy femenino como este negro de escote asismétrico.
Destacan las joyas talladas en cera, creadas por la diseñadora.