Aunque la mayoría de diseñadores están apostando por el blanco y el nude para la próxima Primavera-Verano 2011, Juanjo Oliva se desmarca con una explosión de color, que no tiene miedo de mezclar rosa con rojo, fucsia con verde, o azul cielo con rojo. Binomios que casan mucho mejor de lo esperado.
Juanjo celebra 10 años en Cibeles repasando sus creaciones más deseadas y volviendo a enamorar con ese estilo femenino, pero inspirado en una mujer fuerte e independiente. Sus diseños consiguen abrazar el cuerpo de la mujer con drapeados, escotes asimétricos y telas con caída.
El toque futurista lo ponen los tirantes de plástico de colores.
El algodón en gris vigoré se utiliza para monos cortos y prendas casual, siluetas en las que destacan los cinturones.
Los vestidos largos para la noche se llenan también de colores vivos sin ningún tipo de reparo.
Aunque no fuera sensacional, Juanjo Oliva vuelve a crear una de las mejores colecciones de Cibeles, lo cual no resulta complicado tras el nivel de aburrimiento y repetición alcanzado en esta edición.
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