Debut muy estudiado el de Maya Hansen en la Cibeles Madrid Fashion Week. De entrada, una parte del público blogger estaba ya de su lado con varias bloggers conocidas luciendo corsés, tuiteando y haciéndose fotos. Punto de cercanía y ruído mediático conseguido.
Después, el hecho de que una diseñadora presentase su colección basada en corsés le daba el punto de excentricidad y la curiosidad de a ver cómo lograba defenderse. De esta manera teníamos en la misma mano: cercanía, ruido, excentricidad y curiosidad, ingredientes cruciales del marketing, algo demasiado importante hoy en día. ¿El desfile?
A mí el desfile en sí no me pareció nada del otro mundo. También es cierto que los corsés no me resultan nada interesantes salvo momentos puntuales, estilos de personas muy concretos, un buen aguante y un pecho justo.
Es irremediable pensar en el mundo del bondage al ver tanto corsé junto.
La moda de las dominatrix de esta temporada es más que segura en Maya Hansen.
Los modelos con flecos hasta el suelo me parecen horribles.
Los que parecen sacados de una película erótica-festiva con toques orientales más aún.
Hay corsés convertidos en el habitual little black dress.
La moda futurista tenía que estar presente en llamativos total looks dorados.
Al mismo tiempo que el futuro podemos mirar a 'Metropolis' de Fritz Lang con un corsé muy acertado.
Mi diseño favorito es éste modelo azul con toques de dorados y madera. Me encanta.
Entre los corsés camel están los más ponibles para la calle, dentro de lo que una prenda de este tipo es ponible.
Y para momentos más íntimos (o quizá no), este color salmón también me gusta.
Eso sí, es irremediable no acordarse del momento "busco a Jacq's".
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