Roberto Verino Otoño-Invierno 2012/2013: la frialdad de una temporada de pieles y colores apagados

Comenzó la recién convertida Pasarela Cibeles en Mercedes-Benz Fashion Week Madrid con Roberto Verino, un diseñador que bien podría resumir la esencia de una semana que sigue intentando una internacionalización complicada frente a las grandes pasarelas de otras capitales. Un desfile formal en el cual la mezcla de materiales dominó, como en anteriores ocasiones.

Las pieles en Roberto Verino suelen aparecer siempre como detalle del diseñador gallego. De cara a la temporada Otoño-Invierno 2012/2013 estas cobran un protagonismo mayor, en especial en los abrigos, sumándose así a un buen número de firmas que han decidido retomar esta vía frente a cualquier posible crítica de terceros. La piel no solo la encontramos en abrigos vistosos sino que también apareció en numerosas aplicaciones que en muchos casos fueron excesivas y no hacían bien al resultado final.

Junto con las pieles el estampado animal logró combinaciones completas, variando de diseños en todas ellas.

Los años 70 se mantienen como terreno de inspiración para Roberto Verino, en especial en los pantalones que siguen optando por medidas amplias y evitando cualquier gusto por adaptarse a la figura.

La fiesta se vuelve a cubrir con brillos y dorados, las lentejuelas no podían faltar, así como los vestidos de cóctel con un pronunciado escote en forma de uve. También vimos encaje joya en algunas combinaciones más sensuales, así como pedrería.

La innovación tampoco llegó para la noche, que vuelve a cubrirse de negro de forma reiterada, prolongando la muerte de un invierno que ya había optado por los colores apagados, con gusto por el gris y el blanco, en anteriores salidas de un desfile, que para mí ofreció una colección correcta en puntuales detalles y escasa a la hora de transmitir una sensación de emoción ante lo visto.