Existen personas ricas y después están los que tienen tanto dinero que no saben qué hacer con él. En ese grupo reducido y exclusivo destaca un nombre por encima de los demás, Jamie Chua, una empresaria/influencer de Singapur con un armario que podría ser el sueño de la mismísima Kim Kardashian. Con más de 60m2, este lugar alberga más de 300 pares de zapatos de diseño, una colección que supera los 200 bolsos de Hermès y 10 puertas repletas de vestidos de fiesta, camisas, abrigos. La colección termina con una extensa (y brillante) colección de relucientes joyas de brillantes y relojes de lujo.
El paraíso de toda fashionista
Si el armario de Kris Jenner podía parecer una boutique de lujo, la versión de Jamie Chua es el sueño para todas aquellas que adoran el exceso y se conforman con muy poco. Con una entrada restringida por huella dactilar, este espacio de más de 60 m2 está valuado en 2 millones de dólares. Una colección de más 300 pares de zapatos y sneakers firmados por Christian Louboutin, Gucci, Dior, Valentino o YSL se exhiben a la vista como si de una tienda de lujo se tratara. Cada una de estas piezas tiene un valor superior a los 500 euros, a pesar de que las ediciones limitadas estén valoradas en varios miles de dólares.
Una obsesión llamada Hermès
Pese a que su armario (o piso) está repleto de piezas de lujo firmadas por Gucci, Chanel o Louis Vuitton, la colección de bolsos Hermès es su verdadera pasión -u obsesión-. Con más de 200 modelos, Jamie muestra las versiones más raras y originales.
Entre sus piezas más preciadas está la versión confeccionada con piel de cocodrilo del Himalaya, detalles en oro blanco y 245 diamantes -se trata del bolso más caro del mundo vendido en subasta por 217.144 dólares-.
Además, la micro pochette en color fucsia demuestra que el tamaño no es importante pues está edición está valorada en 11.800 dólares y tan solo cabe una barra de labios, tarjetas de crédito o dinero suelto.
A sus 45 años, Jamie explica que solía ser azafata en Singapur Airlines, donde conoció a su ex marido multimillonario. Con el paso de los años, ha creado su propio imperio gracias a una línea de productos de belleza (además de hacer mucho ruido en RRSS con sus alucinantes fotografías).
Aunque la colección que no ha mostrado es la que conforma su colección de alta joyería. Guardado "bajo siete llaves", en cajones y en vitrinas de cristal, los diamantes brillan con luz propia. Piezas de Cartier, Bvlgari, Piaget, Harry Winston, Lorraine Schwartz o Tiffany's&Co se muestran para deleite de la propia dueña.
¿Qué os parece el resultado final?
Fotos | Instagram @ec24m
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