No hay nada que levante un look normalito como una joya grande, de impacto. Se llevan las joyas como protagonistas de los looks, para lucir con ropa sencilla como camisetas de algodón o una camisa blanca. La manera más sencilla de que un estilismo gane en elegancia es lucir una joya grandiosa. Eso sí, con una joya rocosa basta, no se necesita más.
Miremos en nuestros joyeros y buceemos en la red en busca del anillo, el collar, o el brazalete que nos guste, será un gran clásico de nuestro vestuario. En Nêt-à-porter suelen tener una buena selección de marcas y no son tan caras como podríamos pensar en un primer momento.
Es decir, que entre los 100 y los 300 euros podríamos comprar un anillo con calavera de Alexander McQueen, un brazalete dorado con piedras de colores de Kenneth Jay Lane, un anillo serpiente de Roberto Cavalli (quién sino podría firmar eso, pero tengo que reconocer que el toque kitsch me mola bastante) o un collar de cadenas de Yves Saint Laurent. De esas cosas en las que merece la pena invertir y tener el nombre de una gran marca en nuestro poder.
En Uterqüe también suelen abusar del tamaño de la bisutería para nuestro deleite, aún a riesgo de que las estanterías acaben cediendo del peso. Collar de la nueva temporada.
Y en Bimba & Lola he seleccionado estas tres piezas no excesivamente grandes, pero definitivamente resultonas: un anillo con pedrería, un collar de eslabones, y una pulsera con pinchos para un look rockero.
En Trendencias | Las joyas en la Alfombra Roja de los Oscars 2011