Por suerte cada vez hay más personas en el mundo concienciadas con el gran consumo y deshecho de plástico que hacemos de forma diaria. Utensilios elaborados con plástico que utilizamos una única vez y tiramos inmediatamente. Dentro de estos encontramos los tampones con aplicadores que muchas mujeres utilizamos durante nuestra menstruación.
En un mundo cada vez más consciente del impacto medioambiental que este tipo de productos pueden tener, muchas de nosotras empezamos a sentirnos incómodas con este tipo de productos y buscamos alternativas realistas. Es verdad que, desde hace mucho tiempo, existen los tampones sin aplicador, pero es verdad también que pueden resultar complicado de utilizar y difíciles de colocar. Al menos para mí lo es.
Es por es que, en los últimos años se ha puesto especialmente de moda la copa menstrual. La ventaja de este producto es que está elaborado a base de silicona y se puede reutilizar durante cerca de 10 años sin tener que tirarlo nada más utilizarlo, como ocurre con los aplicadores de tampones. Sin embargo, muchas de nosotras tenemos problemas para adaptarnos a ella, porque nos resulta complicada de colocar, porque nos preocupa su uso cuando estamos fuera de casa o, simplemente, porque no acaba de convencernos.
Con esta idea en mente -suponemos - la marca DAME ha lanzado al mercado un aplicador de tampones reutilizable. La idea es, en principio, muy buena. Se trata de un aplicador elaborado con un material que aseguran es antibacteriano de estándar quirúrgico lo que permite que sea reutilizable (e higiénico). En teoría, se podría usar durante toda la vida.
La presentación también está muy cuidada y resulta sorprendentemente elegante. El aplicador en sí mismo es de un color verde botella con un acabado mate satinado. Además, viene acompañado de un estuche muy elegante y una bolsa para viajes. Este aplicador funciona como cualquier otro aplicador normal, con la diferencia de que tenemos que introducir en él los tampones cada vez que vayamos a utilizarlos.
En cuanto a la higiene y seguridad, la compañía asegura en su página web que el material es antibacteriano y libre de BPAs. En cualquier caso, igual que ocurre con la copa menstrual, hay que prestar especial atención a su limpieza. Tras cada utilización hay que limpiarlo bien con agua y papel. Es muy importante, tambien, que entre periodos esterilicemos el aplicador, cosa que también debe hacerse con la copa menstrual.
La realidad es que nos parece una alternativa muy interesante a la copa menstrual para aquellas de nosotras que estemos preocupadas por el impacto medioambiental pero sigamos sintiéndonos más cómodas con la utilización de tampones. Su precio en la web es de 28,54 euros. Se trata de un precio similar al que tiene la copa menstrual que ronda los 20 euros dependiendo de las marcas.
Imágenes: @dameforgood
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