Es más que posible que hayamos escuchado más de una vez, especialmente si vivimos en ciudades de interior con poca humedad, los beneficios que los humidificadores tendrían para nuestra piel. Sin embargo, antes de lanzarnos a comprar uno, es interesante que confirmemos si estos beneficios son reales o son más bien una leyenda urbana. Esto es lo que dice la ciencia sobre los beneficios reales de los humidificadores en nuestra piel.
Qué hacen los humidificadores
Los humidificadores consisten en unos dispositivos que emiten vapor de agua o vapor de manera que aumentan los niveles de humedad que hay en el aire de una habitación. Lo adecuado sería conseguir una humedad de entre el 30 y el 50%.
Qué dice la ciencia sobre los humidificadores y la piel
La teoría es que, precisamente por eso, estos humificadores, usados en ambientes secos, ayudarían mantener nuestra piel hidratada y saludable. La realidad, sin embargo, es que no hay evidencia claras de que los humidificadores puedan ayudarnos a mejorar el estado de nuestra piel.
Un estudio de Ohno y su equipo, en 2013, evaluó el efecto que tenía una bruma de nanogotas de agua - similares a la de los humidificadores - sobre las piel. En este estudio los resultados parecían indicar que la humedad en la piel y su elasticidad podrían aumentar gracias a esta neblina. Sin embargo, en 2015 realizan otro estudio en los que se veía que esta bruma solo penetraba en la piel durante el invierno.
Otro estudio publicado en 2016 encuentra que el eczema de la piel puede empeorar tanto en poca humedad como en mucha. En definitiva, es posible que en algunas condiciones concretas sí que ayuden, pero también que puedan no hacer nada o, incluso, empeorar la situación.
El riesgo de no usar adecuadamente el humidificador
Además, con los humidificadores aparece un problema. Y es que no siempre los usamos de manera segura o adecuada y, según las investigaciones al respecto, el uso incorrecto de los mismos puede aumentar el riesgo de infecciones.
Desde la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos se recomienda que, si los vamos a usar, lavemos los humidificadores como mínimo cada tres días, pero una limpieza diaria no estaría de más. Además, tendremos que tener cuidado con lo que usamos para limpiar estos humidificadores. En 2011 hubo brote de infección pulmonar en un hospital Coreano que se relacionó con los desinfectantes usados para limpiar los humidificadores.
La recomendación general es limpiarlos con jabón simple y agua tibia. Además, también es importante que tengamos en cuenta qué tipo de agua usamos para el humidificador. Lo adecuado sería, según la Comisión para la Seguridad de los Productos de Consumo de los Estados Unidos es usar agua destilada.
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