La cocina es uno de esos espacios que divide a la humanidad: hay gente que disfruta enormemente de cocinar, mientras que otras personas únicamente lo hacen por necesidad, pero no acaban de pillarle el gusto. Seamos del grupo que seamos, la realidad es que es una actividad por la que quien más y quien menos tiene que pasar alguna vez.
Una de las mayores dificultades que podemos encontrarnos es que, con la falta de tiempo, y de ideas, acabemos cocinando siempre lo mismo de la misma forma. Por suerte para nosotras, hay dos formas muy sencillas de modificar un poco nuestros platos habituales, hacerlos más divertidos y subirlos de nivel.
Estas dos forman tienen nombre propio: hummus y tahini. Y es que, estos dos alimentos no solo se pueden comer por sí mismos, sino que pueden incluirse en nuestros platos y cambiarlos para bien.
Beneficios del hummus y el tahini
El hummus se ha puesto muy de moda y es que, además de estar buenísimo, también se trata de una manera estupenda de consumir las legumbres que necesitamos para mantener una buena nutrición. Habitualmente lo elaboramos con garbanzos, tahini, aceite de oliva y ajo, aunque podemos hacer variaciones como las que nos proponen nuestros compañeros de Directo al Paladar, de pesto, de remolacha o de pimiento de piquillo. Incluso de chocolate, si lo deseamos.
Sea como sea, el hummus es una excelente manera de conseguir vitaminas, minerales, proteínas y grasas saludables, que nos ayudarán a mantenernos saludables y reducir la sensación de hambre.
El tahini, por su parte, no solo es uno de los ingredientes que da sabor al hummus. Se trata de una especie de puré o pasta de semillas de sésamo. Se elabora de forma muy sencilla: basta con triturar bien semillas de sésamo con un poco de agua, hasta que consigamos una pasta. Si lo deseamos, podemos añadirle también un poco de aceite de oliva.
Una de las ventajas de este alimento es que no solo se puede utilizar para incluir en el hummus, sino que puede acompañar a múltiples platos. En todos los casos, se trata de un alimento muy beneficioso para nuestra salud cardiovascular debido a su aportación de ácidos grasos esenciales. Contiene, también, grandes cantidades de proteínas, minerales, calcio y antioxidantes.
Además, si estamos teniendo problemas digestivos - muy normal tras los excesos del verano - el tahini también puede ayudarnos ya que nos ayuda a asimilar de manera más sencilla los nutrientes de los alimentos.
Cómo incluir hummus y tahini en nuestros platos
Lo complicado viene a la hora de plantearnos cómo incluir el hummus y el tahini en nuestra comida diaria, más allá de utilizarlos para untar. La realidad es que muchos más platos de los que nos imaginamos pueden beneficiarse de añadirles hummus o tahini.
El tahini, por ejemplo, nos sirve para aportar cremosidad a nuestros platos y postres y aportarles una textura que engancha. También podemos incluirlo en nuestros platos en forma de aliño, de manera que aporte su particular sabor y salgamos del aceite de oliva y el vinagre de siempre. Se puede incluir, incluso, en nuestras elaboraciones de galletas u otros postres de masa, ya que se mezcla perfectamente con las masas y aporta un toque de sabor único.
El hummus, por su parte, puede convertirse en el ingrediente perfecto para añadir a las ensaladas. No solo aporta una parte muy importante de proteínas, sino que también funciona como si de un aliño se tratara.
También podemos utilizarlo como base de otros platos o de nuestras tapas favoritas, untarlo en nuestras tostadas de desayuno o, incluso, hacer las veces de un puré de patatas con menos carbohidratos.
Aquí os dejamos unas cuantas ideas de nuestros compañeros de Directo al Paladar para que les deis el toque especial a vuestros platos que los cambiarán por completo y para bien.
- Ensalada depurativa con aliño de tahini
- Tahini cookies
- Ensalada de aguacate con hummus y crema agria
- Tacos de langostinos picantes con salsa de aguacate y tahini
- Brócoli al vapor con aliño de tahini y limón
Imágenes Directo al Paladar