Ayuno intermitente: cuáles son sus beneficios y por qué muchos lo consideran la dieta definitiva

Las diferentes dietas que existen siguen siendo una de las cosas más buscadas en Internet, especialmente en meses como enero o septiembre, épocas en las que nos ponemos propósitos de nuevo año y nuevo curso y buscamos perder algo de peso.

Uno de los problemas de estas búsquedas es que suelen darnos como resultado algunas de las dietas milagro de moda en ese momento y que no suelen ser efectivas para adelgazar, pero sí peligrosas para nuestra salud. Sin embargo, los últimos años habremos recibido, también, información sobre el ayuno intermitente ya que se ha convertido en una de las "dietas" más conocidas y comentadas del momento.

En qué consiste exactamente el ayuno intermitente

Y decimos "dieta" entre comillas porque, en realidad, el ayuno intermitente consiste más bien en protocolo de alimentación. Es decir, consiste más bien en una estrategia nutricional y no podría considerarse una dieta como tal.

Una de las cosas que hace especial a este protocolo de alimentación es que, a diferencia de la mayoría de las dietas milagro - o dietas para tal caso - existen evidencias científicas de los beneficios que el ayuno intermitente puede tener. Y no solo en nuestro peso, sino también en nuestra salud y bienestar.

La idea detrás de este protocolo de alimentación es sencilla: durante el día tenemos unas horas concretas en las que podemos consumir todas las calorías necesarias para nosotros durante ese día y horas del día donde no podemos consumir comida que contenga calorías, pero sí bebidas como té o café.

Existen diferentes protocolos dentro del ayuno intermitente. Desde el más sencillo 12/12 (comer solo durante 12 horas al día y ayunar las otras 12),  o el más conocido 16/8 que supone hacer 16 horas de ayuno y consumir toda la ingesta calórica necesaria en 8 horas. Pasando por el ayuno 20/4 o ayuno de 24 horas. El tipo de ayuno que elijamos dependerá un poco de nuestro estilo de vida y necesidades, pero debemos tener en cuenta que todos parecen tener los mismos beneficios.

Qué puede hacer el ayuno intermitente por nosotras

¿Y de qué beneficios estamos hablando exactamente? En lo que a nuestro peso se refiere y su control, una de las principales ventajas es que ayuda a mejorar la sensibilidad que tenemos a la insulina, además de mejorar el uso que nuestro cuerpo hace de la glucosa. Esto significa, entre otras cosas, que tendremos menos picos de energía, sentiremos menos hambre, y estaremos saciadas más tiempo y, por tanto, necesitaremos comer menos.

No solo eso, sino que al limitar las horas de ingesta de comida, corremos menos riesgo de pasarnos con las calorías que consumimos al día. Una cosa muy importante del ayuno intermitente es que no busca que pasemos hambre y que la idea no es, para nada, que consumamos muy pocas calorías o menos de las necesarias.

Al contrario, para hacer bien este protocolo de alimentación necesitaremos calcular cuál debería ser nuestra ingesta de calorías diaria en base a nuestras necesidades - perder peso, mantenerlo, ganar músculo, etc. - y tendremos que cumplir con esa necesidad calórica.

Además de esto, en lo que a nuestra salud se refiere, el ayuno intermitente se ha asociado con una reducción de la mortalidad y retraso del envejecimiento - reduciendo la edad metabólica -, mejora de nuestros niveles de colesterol, mejora en la composición corporal gracias a que facilita quemar grasa y, además, con efectos positivos sobre nuestra plasticidad neuronal.

El ayuno intermitente es muy aclamado, pero no funciona para todo el mundo

Efectivamente, este protocolo de alimentación tiene numerosas ventajas y hay muchas personas que lo consideran la "dieta" o estilo de alimentación definitiva. Sin ir más lejos, Elsa Pataky habló hace tan solo unos meses sobre ella en El Hormiguero, asegurando que tanto ella, como Chris Hermsworth, seguían este patrón de alimentación.

Es innegable que ambos actores tienen un cuerpazo - conseguido también con muchas horas de dedicación al ejercicio físico -, pero que a ellos, o a muchas otras personas les vaya bien no quiere decir que a nosotras tenga que funcionarnos necesariamente.

El ayuno intermitente, con todos su beneficios, también consiste en un protocolo de alimentación muy específico que requiere que nosotros nos adaptemos a él, pero también él a nosotros. Es por ello que, aunque se trata de una forma segura y científicamente avalada para cuidarnos, puede no servirnos a todos.

Por ello, si queremos probarlo podemos empezar poco a poco y ver si se adapta a nuestras necesidades. También es buena idea consultar previamente con un nutricionista que pueda asesorarnos sobre cómo hacerlo y cómo podemos conseguir que sea lo más sencillo posible para nosotros.

Además de esto, hay algo extremadamente importante que debemos tener en cuenta cuando estamos siguiendo el ayuno intermitente: y es que no basta con vigilar las horas al día en que comemos y las calorías que ingerimos, sino que es de vital importancia tener en cuenta qué tipo de alimentos consumimos.

Lo ideal, como en cualquier patrón o protocolo de alimentación que sigamos, es que las calorías consumidas provengan en su mayoría de alimentos frescos, verduras, vegetales, frutas, pescados, carnes magras, legumbres y frutos secos y que limitemos la ingesta de ultraprocesados y alimentos ricos en azúcares añadidos.

Imágenes| Unsplash

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