Buenas dietas que funcionan para perder peso rápido pero de forma segura y saludable

Las dietas milagro prometen ayudarnos a perder peso de forma rápida y, aunque a veces lo consiguen, los expertos nos dicen que la duración que tiene esa pérdida de peso y los efectos a corto y largo plazo no son deseables. Aunque las personas necesitamos sentir que los beneficios que obtengamos de un cambio serán más grandes que el coste, la pérdida de peso debe ser una consecuencia de nuestros hábitos y alimentación y no el fin de la misma. Por eso, en este artículo no te vamos a hablar de dietas que abran la puerta a una mala relación con la comida sino de aquellas que pueden ayudarnos a perder peso de forma segura y saludable, con algo de esfuerzo y sin ningún tipo de milagro pero de manera efectiva.

La dieta DASH

Según los expertos, con la dieta DASH todo son ventajas porque, además de tratarse de la más saludable y efectiva a la hora de perder peso, pone a punto la hipertensión. Sus siglas significan Dietary Approaches to Stop Hypertension, lo que viene a decir que está dirigida a conseguir frenar esta condición.

La base es sencilla y se parece a la mediterránea ya que se centra en el consumo de legumbres, frutas, verduras, cereales integrales, leche desnatada y carnes (siempre magras). Las proteínas las conseguiremos por medio de las legumbres, reduciendo al máximo el consumo de carne roja.

Es, por tanto, un estilo de alimentación que implica olvidarse de los procesados y apostar totalmente por el consumo de alimentos bajos en grasas y en azúcares libres refinados. Además, nos ayudará a controlar los niveles de sal que consumimos. 

La dieta paleo

Bien hecha, esta dieta puede funcionar no solo a la hora de ayudarnos a perder peso, sino para cambiar nuestros hábitos a largo plazo. En realidad la dieta paleo, como señalan los expertos de Vitónica, es una adaptación de un tipo muy concreto de alimentación del Paleolítico cuya mayor premisa es come alimentos, no productos. Para ello, la base de esta dieta son los vegetales y las hortalizas.

Aunque la idea  no es exactamente intentar comer como lo hacían en el paleolítico, sino adaptar una dieta similar a nuestras necesidades y posibilidades actuales. Los vegetales se acompañan de proteína magra a diario y se eliminan todos los ultraprocesados (lo que incluye helados, cerveza y demás caprichos. Para beber, solo agua.). También encontramos gran presencia de fibra y algo de grasas saludables e hidratos de carbono. No obstante, a diferencia de otras dietas que hemos visto, en esta no se consumirían tantas legumbres ni lácteos.

Ayuno intermitente

Aunque no es una dieta en sí misma, es una forma de comer que puede ser beneficiosa si se hace con cabeza. Y es que, este tipo de alimentación solo funciona si se hace bien planificada, siguiendo unas normas concretas.

El ayuno intermitente propone realizar menos comidas al día, concentradas en un período más corto de tiempo. Existen varias formas de llevarlo a cabo, siendo la más popular la que se conoce como 16/8. Quiere decir que ayunaremos durante 16 horas y comeremos en las siguientes 8 horas del día. Lo que podemos hacer es no comer desde la cena hasta la comida del día siguiente, cumpliendo así con las horas de ayuno.

Entre sus ventajas se encuentra que mejora el metabolismo y ayuda a picar menos. Aunque es crucial tener en cuenta que debe estar basada en alimentos reales, abandonando los ultraprocesados. De cualquier otra forma, no conseguiremos perder peso, independientemente de los horarios en los que comamos.

La dieta mediterránea original

La dieta mediterránea original, basada en vegetales, hortalizas, fruta y alimentos de origen natural (evitando los ultraprocesados ) y un poco más de cocina casera, es eficiente para ayudarnos a perder peso y mantenernos en uno que sea adecuado y saludable. Se trata solo de consumir más vegetales y menos carne, además de grasas saludables, como las provenientes del aceite de oliva virgen extra, y sin olvidar la actividad física.

Esto también supone eliminar los cereales refinados de nuestra dieta, reducir elconsumo de carne, y dejar de entender la dieta mediterránea tal y cómo la entendemos hoy en día. Por supuesto, hay que evitar los alimentos ultraprocesados, la comida rápida, o los snacks comerciales para pasarnos a la comida lo más natural posible.

Dieta cetogénica o keto

La dieta cetogénica o keto es una de las dietas más buscadas y seguidas. Su idea principal es reducir al mínimo posible el consumo de carbohidratos y sustituirlos por proteínas. El fin es conseguir que nuestro cuerpo alcance el estado conocido como cetosis a través de la reducción de hidratos de carbono. De esta manera, nuestro cuerpo aumentara su gasto de lípidos y la quema de grasas.

El principal inconveniente de la dieta keto es que es una dieta complicada de llevar y que, si nos pasamos, puede acabar en cetoacidosis, así que no está recomendada ni para todo el mundo ni a largo plazo. Está recomendada para casos de obesidad ya que permite una importante reducción de peso durante las primeras semanas. Y, posteriormente, se reemplaza por otro tipo de estilo de alimentación que se pueda llevar a largo plazo. Sobre todo, si queremos seguirla, es importante que consultemos con nuestro médico primero.

Fotos | Unsplash e Instagram de Valentina Ferragni.

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