Estamos ya metidas en junio casi de pleno y empieza a ser el momento en el que nos damos cuenta de que se nos ha echado el verano encima y, otro año más, vamos tarde con la así llamada "operación bikini" y nos entran las prisas.
El problema de estas prisas es que, en ocasiones, acabamos cayendo en los brazos de las famosas dietas milagro. La realidad es que estas dietas pueden ayudarnos a perder peso, pero generan un gran efecto rebote y, además, pueden ser peligrosas para la salud.
Eso no quiere decir que no podamos perder algo de peso en estos meses, sino que tenemos que recordar hacerlo de forma saludable y que nuestro cambio de alimentación sea a largo plazo y hacerlo de forma segura. Estas siete dietas pueden ayudarnos a adelgazar de manera saludable y segura.
Dieta mediterránea
Muchas veces cuando escuchamos que la dieta mediterránea ayuda a perder peso no nos lo creemos porque estamos en España y se supone que ya seguimos una dieta mediterránea cada uno de nosotros y no adelgazamos. Sin embargo, la realidad es que la forma de alimentación que tenemos ahora mismo en nuestro país dista mucho de la dieta mediterránea original.
La dieta mediterránea original es la que puede ayudarnos a adelgazar. Esta dieta está basada en un importante consumo de vegetales y grasas saludables (como las del aceite de oliva virgen), y alimentos de origen natural, reduciendo el consumo de carnes y acompañando todo con un estilo de vida más activo.
Si queremos perder peso es así cómo debemos seguir la dieta mediterránea, desoccidentalizandola y, para ello, eliminar ultraprocesados, snacks comerciales, comida rápidas, etc., además de alejarnos de la vida sedentaria.
Dieta cetogénica
Si hay una dieta que esté de moda actualmente esa es la dieta cetogénica o keto. Debemos tener en cuenta que esta dieta, al contrario de la mayoría de las que vamos a hablar, tiene muchas luces, pero también tiene sombras. Y, aunque nos ayuda a perder peso, debemos tener en cuenta ciertas condiciones.
Gracias a esta dieta, que se basa en reducir al máximo el consumo de carbohidratos para conseguir entrar en un estado conocido como cetosis, se consigue que nuestro cuerpo aproveche la grasa de manera más rápida. Además, impide que se acumule la glucosa en sangre y permite mantener los niveles de saciedad.
Sin embargo, es una dieta que no se puede usar en todos los casos ni todo el mundo. La cetosis es un estado fisiológico que debe ser excepcional y puntual. Se trata de una dieta que es únicamente recomendable para ciertas circunstancias como el control del peso en personas con obesidad o cuando estamos haciendo definición del músculo.
En cualquier caso, en esta dieta más que en otras, es muy importante que se controle por un especialista en nutrición o médico de manera que evitemos que el estado de cetosis se convierta en cetoacidosis, que puede causarnos problemas. Con un control adecuado de un profesional se puede mantener el estado de cetosis más tiempo. Eso sí, si padecemos diabetes o enfermedades metabólicas, esta dieta queda descartada para nosotros.
Dieta nórdica
La Organización Mundial de la Salud considera que la dieta nórdica es, junto con la dieta mediterránea, una de las más saludables y adecuadas. Las principales diferencias entre una y otra son los alimentos concretos que se consumen.
Lo que comparten es que la dieta nórdica también se basa en el consumo de vegetales, frutas, alimentos nos refinados y cereales enteros. En este caso, la dieta nórdica también promueve consumir menos carne y que en el caso de que la comamos sea de buena calidad, además de evitar las grasas saturadas, aumentar el consumo de pescado, evitar aditivos y comer con alimentos de temporada.
En esta dieta podemos encontrar alimentos imprescindibles como los vegetales de hoja verde, las bayas, los frutos del bosque, la avena, el centeno, los pescados grasos como el salmón, el atún o el arenque, las algas, las legumbres o el aceite de colza.
Ayuno intermitente
El ayuno intermitente está en boca de todos y, efectivamente, bien planificado puede ayudarnos a perder peso. Antes de iniciarnos en esta forma de alimentación es muy importante que nos informemos correctamente, ya que se trata de una práctica que hay que planificar bien y no hacer de cualquier manera.
Lo principal es que hagamos menos comidas - consumiendo las calorías necesarias al día - y estas comidas estén concretadas en menos horas. De esta manera es más difícil que nos pasemos en el número de calorías que consumamos ya que tenemos menos horas para comer. El modelo más utilizado es el 16/8 que implica ayunar durante 16 horas - normalmente de la cena a la comida - y comer en las otras 8 horas.
Además de las horas en las que comamos también es importante los alimentos que consumamos. Para ello es importante que intentemos comer lo más fresco posible, alejándonos de alimentos ultraprocesados.
Comida real (o Realfood)
Si sois habituales de Instagram es más que seguro que habéis escuchado hablar del realfood o comida real. La idea de la "comida real" no es que hagamos dieta, sino que adoptemos una nueva forma de alimentación que nos acompañe el resto de nuestra vida y que no solo nos ayude a mantenernos en nuestro peso, sino también a estar más sanos.
Las bases de este estilo de alimentación están en reducir al máximo el consumo de alimentos ultraprocesados y de azúcares añadidos, además de eliminar el consumo de alcohol. La alimentación se basará en verduras, hortalizas, fruta, frutos secos, semillas, legumbres y cereales enteros integrales. Además, se recomienda, igual que en la dieta mediterránea, que nos alejemos de una vida sedentaria y seamos cada vez más activos.
Es posible que con este tipo de alimentación tardemos algo más en perder peso - aunque si hemos tenido una alimentación muy basada en azúcares y ultraprocesados lo notaremos antes - pero nuestra salud mejorará también de manera importante.
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