Si hay algo que me gusta en las cenas de Navidad es el picoteo previo: el marisco, los huevos de codorniz, los ibéricos y, por supuesto, las tablas de queso. No hay Navidad que se precie sin una buena tabla de queso que haga las delicias de todos los presentes.
Para hacer la tabla de quesos perfecta estos días hemos hablado con Liliana Fuchs, experta en gastronomía y compañera en Directo al Paladar. Ella nos ha enseñado sus trucos para crear la tabla de quesos perfecta para que los compartamos con vosotras. Además, os enseñamos algunos trucos para decorarla de forma que quede deliciosa y bonita.
Cómo elegir los mejores quesos para nuestra casa
Lo primero pensar en las cantidades
El primer paso antes de montar nuestra tabla de quesos es pensar qué cantidad vamos a poner. Para Liliana esto dependerá del protagonismo que queramos darle al queso y del número de comensales: "¿va a ser el entrante principal? ¿Una parte más de los aperitivos? ¿Optaremos por una tabla de quesos de postre? En un menú más completo se suele recomendar calcular unos 80-100 g por persona; hasta 200 g si la tabla/cata de quesos es la gran protagonista".
Al menos cuatro tipos de queso distintos
Lo segundo que tendríamos que tener en mente es cuántos quesos diferentes vamos a poner y las variedades que elegiremos. Así, para Liliana lo mínimo serían cuatro tipos de queso diferentes: "más de 10 ya es pasarse y saturar. Una media, si queremos lucirnos con una tabla variada, pueden ser 5-6 quesos distintos".
Lo más probable es que entre los comensales haya diferentes gustos en lo que a quesos se refiere, por ello dentro de los tipos de queso tendremos que buscar variedades distintas que permitan que todos coman al menos uno: "no todo el mundo disfruta de los quesos muy intensos, como los azules o los muy maduros/viejos, hay que procurar ofrecer un poco de todo, incluyendo opciones aptas para intolerantes a la lactosa" nos explica la experta en gastronomía.
Buscar la coherencia
Si queremos darle un toque todavía más profesional a la tabla de quesos, Fuchs nos recomienda que intentemos buscar cierta coherencia o una temática en la elección de quesos que vamos a servir: "podemos buscar un "discurso" o algo que aporte coherencia. Por ejemplo, quesos solo nacionales, de queserías artesanas, de un tipo de leche (vaca, cabra, oveja...), o un tour europeo, solo Denominaciones de Origen, etc".
Elegir los quesos que nos aporten contrastes
Para Liliana una tabla de quesos debe ser mucho más que eso: "una buena tabla ofrece experiencias sensoriales distintas, que generen contrastes tanto en aroma como en gusto y masticación". Para asegurarnos de conseguir esto existen varios trucos: "podemos jugar con estas variables: de pasta blanda/cremosa, dura o semidura; corteza lavada, prensada, enmohecida o enriquecida con hierbas, vino, especias, frutos secos, etc; las diferentes maduraciones y la intensidad aromática (hay quesos que apenas huelen y otros que ya te embriagan solo con acercar la nariz)".
Los quesos siempre atemperados
Este punto es mucho más importante de lo que parece y, sin embargo, con las prisas no solemos pensar en él. Pero la experta en gastronomía nos señala lo importante que es que saquemos los quesos de la nevera un rato antes y los dejemos atemperar: "el frío de la nevera mata los sabores y las texturas".
La importancia de la presentación de la tabla de quesos
La decoración puede hacer una gran diferencia en un plato. Y es que cuando algo entra por los ojos, la experiencia sensorial de la que nos hablaba Liliana se completa. Por ello, y más en estas fechas donde buscamos unas mesas especialmente bonitas, decorar nuestra tabla de quesos y presentarla de manera atractiva es interesante.
Para ello Liliana también nos da unos consejos, empezando por la tabla en la que vamos a servirlos: "mejor una tabla de madera de calidad o de piedra, antes que la pizarra, que se ensucia con grasa enseguida. O una de porcelana sencilla". Las tablas de pizarra son muy llamativas y se llevan mucho, pero pueden no ser nuestra mejor opción en este caso.
El corte del queso también será importante a la hora de decorar. Una cosa que nos interesa es buscar diferentes cortes para crear contrastes. Sin embargo, esto no se debería hacer de cualquier manera ni de forma aleatoria.
"Cada queso pide un tipo de corte: cuñas para los tiernos o semiduros/semicurados; los muy maduros y viejos en láminas más finas o, directamente, en lascas irregulares. Los muy blandos se sirven en sus envases o recipientes separados con un cuchillo de queso redondo o de tipo untar paté, que no se debe mezclar con otros quesos" nos aconseja la experta.
El detalle final lo podemos poner con la decoración que elijamos de acompañamiento. Por supuesto, podemos escoger decorarla con hojas de bayas típicas de estas fechas, o incluso con guirnaldas. Sin embargo, Liliana nos señala la importancia de acompañar y decorar con otros alimentos:
"Fruta fresca (uva, granada, frutos del bosque, manzana o pera); frutos secos; tostas o crackers crujientes; algún chutney o mermelada, incluso dulce de membrillo y los encurtidos también van bien". Las grosellas, bayas o frutos rojos son también opciones que nos ayudan a completar una tabla de queso profesional y navideña.
Imágenes | Unsplash, @grazing.acres, @jpablo1981, @de_tablas_y_quesos
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