Aunque el colesterol que ingerimos tiene poca o nula influencia sobre los niveles de este lípido en el organismo y evitar los alimentos que lo contienen no siempre es el recurso más útil para reducirlo, lo que comemos puede influir considerablemente sobre los niveles de lípidos en nuestro cuerpo. De hecho, se recomienda limitar al máximo la ingesta de azúcares así como de grasas trans y grasas saturadas que pueden elevar el colesterol al incentivar, entre otras cosas, su producción en el hígado. Teniendo esto en cuenta, te mostramos con la ayuda de una experta cuáles son los alimentos a evitar en la dieta habitual para reducirlo.
Bollos y galletas industriales
La bollería idunstrial tiene una gran concentración de harinas refinadas y azúcar, así como en grasas de escasa calidad para nuestro organismo. Es decir, que no sacian y pueden elevar los niveles de triglicéridos y colesterol en nuestro cuerpo. En su lugar, es mejor optar por alternativas caseras sin azúcares ni añadidos ni harinas refinadas, y que ofrezcan grasas sanas y fibra.
Refrescos, zumos y bebidas azucaradas
Las bebidas azucaradas, incluidos los zumos de frutas naturales (que aunque contienen vitaminas y minerales, son fuente de azúcares libres que se asimilan rápidamente), pueden estimular la síntesis de colesterol. Algo que no ayuda a la hora de controlar sus niveles en sangre. Por ello es más recomendable utilizar agua como bebida principal y evitar al máximo las bebidas azucaradas.
Bebidas alcoholicas
El alcohol puede estimular considerablemente la producción endógena de colesterol. Por lo tanto, al intentar reducir sus niveles resulta clave evitar al máximo su consumo.
Fiambres y embutidos varios
Los fiambres y embutidos son fuente de grasas en elevadas proporciones siendo, además, en su mayoría grasas saturadas o grasas trans. Aunque estos lípidos pueden elevar los niveles de colesterol en nuestro cuerpo, los fiambres y embutidos también pueden aportar azúcares que, como ya vimos, pueden incentivar el aumento del colesterol.
Helados con azúcares y grasas
Aunque podemos prepararlo en casa, la mayor parte de los helados son fuente de azúcares en cantidades no menores que los industriales. Además, los helados de nata pueden incluir grasas y por ello, se aconseja evitarlos sí deseamos reducir el colesterol exceptuando opciones sin azúcar agregado a base de frutas o con grasas de calidad derivadas, por ejemplo, de frutos secos, aguacate o cacahuete.
Frituras
Si se busca lograr una dieta saludable, se recomienda evitar las frituras siempre que sea posible. Eso incluye las carnes rebozados, que son fuente de harinas refinadas. Incluso si se trate de patatas fritas libres de colesterol, la experta recomienda evitarlas en la dieta habitual, pues pueden ser fuente de grasas trans.
Azúcar de mesa, miel, jarabes y siropes
Los azúcares de rápida asimilación o hidratos simples, como es el caso del azúcar de mesa, la miel, jarabes y siropes, resultan una opción a evitar en una dieta sana. Incluido, también, todo aquello que lo contenga. Estos alimentos pueden incentivar la síntesis de colesterol en nuestro organismo y, por ello, es recomendables reducir al máximo su consumo. Eso sí, podemos reemplazarlos por alimentos con azúcares intrínsecos o naturales que se acompañan de otros nutrientes de calidad y permiten endulzar sanamente nuestros platos o bien, es posible acudir a edulcorantes.
Salsas comerciales
Incorporar a nuestra dieta, de forma habitual, salsas industriales como pueden ser el ketchup, la salsa barbacoa, salsas agridulces, etc. para aliñar nuestro platos puede repercutir en la cantidad de azúcares libres que ingerimos a diario. Podemos optar, en su lugar, por salsas caseras sin azúcares libres o añadidos y con moderado aporte de grasas o grasas de calidad y reducido contenido de sodio.
Rebozados, congelados y otros platos precocinados
Los ultraprocesados, en general, son alimentos que nuestra experta recomienda evitar en cualquier dieta. Así, al momento de intentar reducir los niveles de colesterol en el organismo, las hamburguesas, los nuggets, las pizzas y otras comidas listas para consumir pueden no ser aconsejables por ser fuente de gasas trans, harinas refinadas y azúcares.
Se aconseja priorizar la ingesta de alimentos naturales o mínimamente procesados, así como las preparaciones frescas y de alta calidad nutricional, intentando reducir al máximo la ingesta de productos altamente industrializados.
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