La importancia por nuestro cuidado personal ha ido cogiendo fuerza desde hace varias décadas. Poco a poco hemos ido pasando de un interés puramente destinado a cuidar nuestro exterior - con un importante aumento de las operaciones estéticas - a un interés que se ha centrado en no cuidar únicamente nuestro exterior, sino también asegurarnos de que estamos saludables en nuestro interior.
Gracias a Internet y a la divulgación de numerosos expertos, tenemos cada vez más conocimiento a nuestro alcance, lo que nos acerca a poder seguir una vida más sana, siguiendo una alimentación saludable y animándonos a hacer deporte. Sin embargo, para algunos, seguir una vida saludable puede acabar convirtiéndose en algo más que un estilo de vida.
Para algunas personas esta preocupación puede acabar convirtiéndose en un trastorno del comportamiento alimentario conocido como ortorexia nerviosa y que algunos medios definen como "la enfermedad de las famosas". Tanto es así, que una conocida gurú de Yoga de Instagram, como Jordan Younger, ha admitido haber padecido ortorexia y ha creado un blog The balanced Blonde en el que habla de su experiencia y cómo lo superó. Aún así, viendo sus publicaciones en Instagram se puede ver que hoy en día todavía mantiene un estilo de alimentación extremo.
Más que un interés por cuidar nuestra salud
Según algunos datos, hasta un 28% de la población de países desarrollados podrían sufrir este trastorno. Consiste, en pocas palabras, en la obsesión por alimentos que la persona que padece el trastorno considera como saludables. Esto les provoca que rechacen todos los alimentos que desde su perspectiva no son saludables.
Uno de los principales motivos por los que muchos de nosotros nos interesamos por seguir un estilo de vida, y una alimentación más saludable, es para tener una vida más sana, encontrarnos mejor y, en definitiva cuidar nuestra salud. Sin embargo, las personas que padecen ortorexia se obsesionan por una alimentación que consideran saludable por motivos estéticos. Se trata de un deseo de conseguir lo que consideran belleza física, asociada con delgadez, por medio de la alimentación.
Para ello, normalmente, rechazan cualquier alimento que contenga grasas, aditivos, sustancias que consideren artificiales, pesticidas o abonos químicos. En teoría, comer alimentos limpios, lo más naturales posibles es nuestra mejor opción. Sin embargo, estas personas pueden rechazar alimentos muy saludables, como los frutos secos, o el aguacate, por contener mucha grasa. Lo mismo ocurre con las frutas y verduras, la mayoría de las cuales ha sido tratada con algún tipo de pesticida.
La ortorexia puede tener efectos en nuestra salud mental y vida social
Las personas que padecen este trastorno dedican mucho tiempo de sus vidas a planear y pensar su alimentación. Tanto es así que cualquier comida debe ser planificada con anterioridad. Esto implica que no pueden comer fuera de casa, ni en restaurantes, ni en casa de otras personas. Cualquier evento que incluya comida se convierte en una situación incómoda y molesta, lo que les puede llevar a aislarse de su entorno.
Esta obsesión por comer de manera saludable puede traspasar los alimentos y acabar influyendo en cómo se cocina o, incluso, en los utensilios que utilizan para cocinar. Si alguna vez se salen de la alimentación que se han marcado puede sentir mucha culpabilidad.
Además, las limitaciones que le ponen a su alimentación puede provocar que recorten en numerosos nutrientes y vitaminas, lo que resulte en problemas de salud como la anemia e, incluso, la desnutrición en algún nivel. También puede llevarles a padecer ansiedad, depresión o trastornos obsesivos.
Se trata, por tanto, de un trastorno que aunque tiene mecanismos diferentes, resulta similar en algunos aspectos a otros trastornos de la alimentación como la anorexia o la bulimia. Si sentimos que nosotras o alguien cercano a nosotras, estamos cayendo en una preocupación extrema por nuestra alimentación, afecta a nuestra vida tanto laboral como social, sentimos una mala relación con la comida, y nos genera angustia y malestar, podemos pedir ayuda. La mayoría de nuestras comunidades autónomas cuentan con alguna asociación que ofrece ayuda ante este tipo de trastornos alimenticios.
Imágenes | @thebalancedblonde