Desde que hace unas semanas el Gobierno Español estableciera restricciones de horario para todo el país, se han ido repitiendo las peticiones de los restaurantes para que acudamos a cenar algo más pronto de lo que estamos acostumbrados. Esto se aplica tanto si cenamos en el propio restaurante como si pedimos para cenar, ya que el horario de reparto en algunas comunidades también está limitado.
En muchos casos se ha visto como una posibilidad para cambiar nuestro horario habitual de cenas y acercarlo al horario europeo, en el que las cenas se hacen mucho más pronto. Más allá del debate de si esto es posible o no con nuestros horarios laborales, la verdad es que cenar pronto tiene varias ventajas.
Ayuda a perder y controlar el peso
El simple hecho de adelantar nuestro horario de cenas puede tener un importante impacto en el peso. Una investigación publicada en Journal of Nutritional Science indica que, en concreto, el beneficio en el peso se vería retrasando el desayuno unos 90 minutos de nuestro horario habitual y adelantando la cena el mismo tiempo. Solo con eso sería mucho más fácil reducir el número de calorías que consumimos, sin tener que hacer ninguna restricción en la dieta y ayudando así a adelgazar.
Duermes mejor
La pérdida de peso puede ser el beneficio más atractivo, pero cenar pronto tiene otros. Por ejemplo, nos ayuda a dormir mucho mejor. El motivo es sencillo, cenar antes permite que nos vayamos a la cama sintiéndonos mucho menos pesados y facilitando que hagamos mejor la digestión. En la calidad de nuestro sueño influyen muchos factores y cualquiera que se haya ido a la cama con la tripa llena o después de una gran comilona, sabe que este es uno de ellos. Cenando antes solucionamos este tema.
Favorece la salud metabólica
El metabolismo y como acelerarlo o, al menos, beneficiarlo, es uno de los grandes misterios de la vida. Sabemos que realizar dietas milagro de manera continuada afecta seriamente al mismo. ¿Pero qué podemos hacer para cuidarlo y que juegue a nuestro favor? Pues cenar pronto parece ser una de las cosas que ayudan. Cenar tarde podría estar relacionado con un mayor riesgo de sufrir síndrome metabólico según algunas investigaciones como esta publicada en The Journal Of Clinical Endocrinology & Metabolism. Adelantar el horario de la cena puede evitar estos problemas y beneficiar a nuestro metabolismo. No lo decimos nosotras, lo dicen las investigaciones científicas.
Cuidas tu presión sanguínea
Cenar tarde puede afectar a nuestro cuerpo, haciendo que aumentemos de peso, sí. Pero también puede afectar a nuestro corazón. Y es que las cenas tardías están asociadas con un aumento de la presión sanguínea. Adelantar el horario de cenas nos ayuda a cuidar nuestra presión y, por tanto, la salud de nuestro corazón.
La sensibilidad a la insulina mejora
Una buena sensibilidad a la insulina influye directamente en nuestro peso, pero también en que tengamos una mayor sensación de saciedad durante el día, porque usamos de manera más eficiente la energía. Además, favorece la prevención de enfermedades del corazón y la regulación del colesterol. Podemos imaginar por tanto, lo importante que es cuidar nuestra sensibilidad a la insulina y cenar pronto nos puede ayudar. Por ejemplo, hacer todas las comidas del día mientras todavía hay luz puede ser de gran ayuda. En invierno esto puede ser especialmente difícil ya que el sol se va muy temprano, pero aún así, ajustar las ventanas de alimentación de manera que cenemos más temprano también influye en la sensibilidad a la insulina.
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