Yo ya no sé si la película que está presentando estas últimas semanas Anne Hathaway es un remake de una serie de superagentes o una nueva versión de La mujer de Rojo porque a juzgar por el color de su atuendo, lo suyo, o es una obsesión, o es que la princesa por sorpresa que luego vistió de Prada, es de los más supersticiosa.
Debe ser que le da suerte lo del color pasión, y es que todo empezó con Zac Posen en Australia, siguió con Ossie Clark (prometo que el post llegará en breve) en Mexico D.F, y culmina esta semana con Diane Von Fustenberg en la bella Italia.
El tono rojizo le sienta de fábula, aunque no sea de Valentino y a pesar de que ella sea tan pálida.
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