Lanas, tricots, punto grueso, de ochos…todo lo que proviene del arte de manejar dos agujas cual avezado mosquetero dos espadas es tan rabiosa actualidad esta temporada como lo que sale de la máquina de la creatividad sin fronteras de maison Prada.
La moda Apres Ski de Dolce y Chanel nos han devuelto esas prendas que contemplábamos exclusivamente en Los Dolomitas o el Aspen de las estrellas del celuloide. Pero la moda propia de esquiadoras de alta alcurnia ha traspasado exclusivos remontes y pistas para adentrarse en la urbe. Y ya que ha de pasearse por la jungla de asfalto, el paraíso de acero y granito ¿por qué no aderezar nuestra vida y de la de los transeúntes con un poco de color?
La propuesta llega de la mano del desfile Primavera-Verano de la firma Giles. Pero nuestra apuesta trendenciera es que nos hagamos con ella !Ya!
Dejémonos de burdeos, los marrones de las hojas que languidecen, los grises de las nubes que oscurecen y pintemos nuestra vida y ropero de los colores arcoiris.
¿Quién no recuerda con nostalgia aquellos inviernos enfundadas en cantosos jerseys de Don Algodón y Don Algodoncito? ¿ Y aquellos lazos de lana cuyos colores estridentes mezclábamos sin contemplación?
Regresemos a nuestra infancia. El modo es más simple de lo que parece. Cojamos un vestido de gasa de color, fucsia, vainilla, verde lima y abriguémonos con un jersey de punto grueso con cenefas en colores.
La vida, sin duda, se verá desde otro prisma.
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