Los Oscar de la moda se convirtieron ayer en un silencioso y sentido homenaje al maestro Saint Laurent, se trataba de premiar la moda americana pero el astro francés y su imborrable huella estaban más presentes que nunca en el reconvertido ambiente de la Librería Pública de Nueva York. Sin ir más lejos, Naomi Campbell, nueva imagen de la firma, se enfundó unos pantalones de la última colección de la maison YSL, de corte odalisca y en paillettes negras, y sí, los hizo Pilati pero podrían haber sido perfectamente obra del genial creador.
En una gala marca por la pérdida de un referente, el Consejo de Diseñadores de Moda de América (CFDA) premiaba como mejor diseñador del año a Francisco Costa por su magnífica labor al frente de Calvin Klein, por cierto, es la segunda vez que gana en tres años, a Tom Ford como mejor diseñador masculino, a Tory Burch como mejor diseñadora de complementos, y a las hermanas Mulleavy, o lo que es lo mismo, Rodarte, se les entregaba un galardón especial otorgado por Swarovsky como mejores diseñadoras de línea femenina. Lo mismo que a Carolina Herrera, a la que se le concedía un premio honorífico.
Estoy cien por cien de acuerdo con la elección de Costa, me parece que hace un trabajo magnífico en Calvin Klein, totalmente fiel al espíritu de la firma pero con un aire de sutil elegancia que antes no tenía.
Entre las invitadas, Ashley Olsen volvía a poner el toque andrógino en lo que podría ser un homenaje compartido al ganador de la velada y al gran ausente e inventor de ese look, de nuevo, el gran maestro Yves. Iba casi perfecta con un esmoquin con fajín, camisa blanca y sandalias, todo, por supuesto, en rigurosísimo negro y de la colección crucero 2009 de CK.
Victoria Beckham, acompañada de Marc Jacobs, no quiso pasar desapercibida y se puso un minivestido de corazones con un hombro al aire, muy corto, muy en la línea de Giambattista Valli, pero que era del propio Jacobs, y unas sandalias de Prada. Espléndida, para qué nos vamos a engañar.
Su amiga Eva Longoria, no estaba especialmente favorecida con su vestido rosa firmado por Diane von Fustenberg, y más que por culpa del vestido, por el exceso de maquillaje y la falta de peluquería. Kim Kattrall escuchó mis plegarias y se puso de largo, ni punto de comparación con sus recientes apariciones, estaba radiantemente guapa con un gown de Monique Lhuillier. Tory Burch, una de las premiadas, y de las que nunca falla, me encantó con su vestido fúcsia y su clutch en lila. Todo creación propia.
Hillary Duff se decantó también por el color y elegió este vestido de cocktail de Michael Kors y unos maravillosos zapatos de pitón. Eva Mendes, optó por ese blanco que le sienta tan bien, y no decepcionó con su Calvin Klein. Por su parte la modelo checa Hana Sokoupova eligió un Bagdley Mischka en tonos metálicos.
Entre las menos acertadas de la noche, Maggie Gylleehal de Proenza Schouler resort 2009, Mandy Moore, de Abaete, y Kim Raver, una de las protagonistas de Lipstick Jungle, con un Marc Jacobs modificado de lo más horroroso.
Vía | just jared