Creo que hace mucho tiempo que las palabras fantástico y Lily Allen no iban juntas en la misma oración. Desde que la cantante parece haber perdido el norte en cuanto a cuestiones de buen gusto había ido de mal en peor, entre cambios de cabello y unos modelitos que ni en la basura estarían bien colocados. Más bien había que quemarlos.
Sin embargo, parece que la cantante parece haber conseguido una nueva brújula que la llevó en su última aparición a parecer como si hubiera recuperado la razón. La verdad es que Lily lucía fantástica. Y como no, si el maravilloso vestido de Dolce & Gabbana que decidió llevar a los premios GQ de este año en Londres era el hermano del que lucío Sarah Jessica Parker en el especial de Vogue.
El vestido, parte del a colección de Otoño-Invierno 2008/09 de la pareja de diseñadores, fue la elección acertada de Lily, quien con un recogido de rizos le dió su toque personal. El estampado era genial, porque daba la sensación de estar difuminado y parecía una cortina de humo de varias capas. ¿Qué les parece?
Vía | Very Cool En Trendencias | Mark Robson, Daisy Lowe y el resto de invitados a los Premios CQ Hombres del Año en Londres, Amy Winehouse y Lily Allen en el festival de Glastonbury,