Corría el año 1992 cuando, bajo el paraguas de la firma Perry Ellis, Marc Jacobs nombrado director creativo de la firma en 1988, presentaba su colección inspirada en el grunge, un movimiento al que Anna Sui y Christian Francis Roth también dedicaron sus colecciones, que pasó algo desapercibido en su momento y que en las últimas temporadas está viviendo su edad dorada.
Con la vuelta de la estética de los 90, el grunge, definido en su día por Jean Paul Gaultier como “la manera en que nos vestimos cuando no tenemos dinero” está más de moda que nunca. La culpa de este revival la tiene principalmente Hedi Slimane, pero otras firmas como Rodarte, 3.1 Phillip Lim o BCBG Max Azria y el fenómeno del Street style, también han puesto su granito de arena.
Que la tendencia grunge sea la protagonista de la pasarela no es algo nuevo en el mundo de la moda. El año 1992 fue el elegido por Marc Jacobs, Anna Sui y Christian Francis Roth para dedicar sus colecciones de invierno a este movimiento nacido en Seattle a fines de la década de los 1980 y principios de 1990 en la escena musical rockera con bandas como Nirvana, Pearl Jam y Soundgarden. Una forma de ver la vida que en su corriente estética se definía como una representación sartorial del nihilismo en la que las camisas de cuadros de franela, las Doctor Martens, las Converse, el encaje, los gorros de lana y las capas y capas de ropa eran los protagonistas principales.
El porqué en su momento no triunfó de la manera que lo está haciendo ahora ha sido una de las cuestiones más discutidas en las últimas temporadas. ¿Por qué Marc Jacobs, el primero en apostar por la estética grunge fue despedido por ello y Hedi Slimane es el rey del grunge en la actualidad? Es algo que vamos a reflexionar pero antes tenemos que ponernos en antecedentes respecto a ambos diseñadores y sus situaciones vividas.
Críticas y ventas
Si comparamos la situación entre Hedi Slimane y Marc Jacobs en el terreno de ventas y críticas, el escenario es completamente diferente. Tras el desfile de Jacobs para Perry Ellis en 1992, la mayor parte de la crítica estuvo de su parte, Women's Wear Daily le nombró el "gurú del grunge". La excepción fue Suzy Menkes que no dudó en repartir chapas entre sus colegas con el lema “el grunge es horroroso”. Fue gracias a esa colección que Marc Jacobs, junto a Anna Sui, se llevó el premio CFDA como mejor diseñador del año.
Por otro lado, sonada es la guerra abierta que mantuvieron Slimane y Cathy Horyn tras presentar éste su primera colección para Saint Laurent, definida por la periodista del New York Times como "ropa hecha por alguien que llevaba años desconectado de la moda" y de la que, según ella "no había nada que aprender” Los textos de otros dos grandes como son Tim Blanks y Lisa Armstrong también mostraron su descontento con el nuevo Saint Laurent.
Esas críticas negativas, han seguido llegando con el resto de sus colecciones aunque cierto es que más reducidas, por miedo quizá al veto al periodista en cuestión de los desfiles de la firma (ya sabemos como se las gasta Slimane) y por el rotundo éxito de sus colecciones en ventas. Y es que, en el terreno de las ventas, Slimane es el claro vencedor. No solo los consumidores de gama alta se han rendido al estilo grunge de sus colecciones y están dispuestos a pagar burradas por vestidos baby-doll o medias con cristales de Swarovski, las cadenas de fast fashion también se han dejado llevar por la estética del diseñador francés y es fácil encontrar en tiendas como Zara o Mango reminiscencias grunge claramente inspiradas en los diseños del director creativo de Saint Laurent.
Respecto a Jacobs, su colección para Perry Ellis no llegó ni tan siquiera a ser producida. La táctica seguida por el diseñador consistió en coger prendas baratas, encontradas en mercadillos y tiendas de segunda mano y producirlas en tejidos que costaban 100 veces más. Así, las camisas de franela de 2 dólares se fabricaron en Italia utilizando seda convirtiéndolas en una prendas de 300 dólares. Y lo mismo pasó con las Converse o las Birkenstock que calzaban los pies de las modelos (así es, Phoebe Philo y Céline no fueron los primeros en apostar por la moda ortopédica), el cuero o la lona de éstas se transformó en satén lo que también multiplicó su precio.
Las colecciones de Marc Jacobs se han caracterizado por coger tejidos muy caros y convertirlos en algo que no lo parece. Ese modo de ver la moda no era compartido por la firma Perry Ellis y ante el miedo a que la colección no se vendiese, viendo los altos costes de producción, decidieron no ponerla a la venta. No solo eso, Marc Jacobs fue despedido.
La aceptación del mundo de la música
Mientras Hedi Slimane tiene al mundo de la música de su lado en esta cruzada, solo hay que ver las campañas, tanto masculinas como femeninas de Saint Laurent para darse cuenta, Marc Jacobs no lo tuvo en su día. De hecho, la segunda historia más comentada después de la del despido del diseñador es la que cuenta como Courtney Love y Kurt Cobain quemaron las prendas de la colección que Perry Ellis les había mandado. "We were punkers — we didn’t like that kind of thing" explicaba años más tarde arrepentida la propia Courtney. Y es que esa colección se ha convertido en una de las más icónicas de la historia de la moda.
El por qué del éxito en la actualidad
En resumen, podría decirse que la culpa de el no éxito de Jacobs en su momento y el triunfo de Slimane en la actualidad podría deberse a que tiempos pasados siempre fueron mejores. En el momento en que Jacobs presentó su colección el fenómeno grunge con Kurt Cobain a la cabeza estaban en la cresta de la ola. La industria de la moda siempre ha sido muy amiga de la nostalgia, de idealizar décadas pasadas, por eso temporada tras temporada volvemos a los años 20, las siluetas de los 50-60 o como pasa en la actualidad, la estética noventera.
El sentir de la industria y lo que podían pensar los compradores en ese momento se manifiesta en las declaraciones que realizó el director creativo de J. Crew, Walter Thomas:
“By the time you see a trend in Kmart, it can be three years after it first hit the catwalk. The difference with grunge is that it was already for sale at Kmart, not to mention the Salvation Army.”
Además, la evolución que hemos tenido en estos 20 años dentro del mundo de la moda también podría tener bastante que ver. El gastarse 300 euros en una camisa de franela podía sonar descabellado en su momento, igual que el hecho de comprar una prenda sin tocarla o probártela. Pero ahora, las grandes fortunas no dudan en pasarse por Net-a-Porter y añadir al carrito las creaciones de Slimane sin que nadie se rasgue las vestiduras. Y aunque la palabra democratización no termine de convencerme, es cierto que gracias a las cadenas de mass market, la moda de las altas y las bajas esferas es más igualitaria que nunca. Tiendas que en ese momento no tenían la popularidad ni la expansión de la que disfrutan en estos últimos años. Para hacernos una idea, la primera tienda Zara abrió fuera de España fue en Portugal, en 1988.
Por último tenemos que hablar de la androginia y la moda unisex, movimientos que en la actualidad están a la orden del día pero que no eran el prototipo idea en 1992, cuando Jacobs presentó su colección. Por esa época, las supermodelos, la feminidad y las curvas de la mujer estaban en su punto álgido y pocas eran las que querían esconderlas bajo capas y capas de ropa y mucho menos aparecer con un aspecto desaliñado.
El vídeo del desfile de la colección otoño-invierno 1993 de Perry Ellis se puede ver en la web del propio Marc Jacobs, quien ha llegado a reconocer que es una de sus colecciones favoritas, y algunas escenas del backstage y del propio show se muestran en el videoclip que Sonic Youth hizo de su canción Sugar Kane, con Chloe Sevigny como ptrotagonista.
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