Hubert de Givenchy era un experto en elegancia, saber estar y buen gusto. Uno de los diseñadores más míticos de los años 50 y 60, discípulo de Balenciaga, a quien admiraba profundamente, y de quien aprendió las claves para que sus diseños fueran atemporales y sencillos pero a la vez brillantes y propios de un genio.
Aunque la primera vez que vio a Audrey Hepburn se sintió decepcionado porque pensaba que iba a conocer a Katherine Hepburn, pronto se hicieron amigos para toda la vida. Hubert de Givenchy la entendía a la perfección y la vistió en sus películas y fuera de ellas hasta convertirla en un icono de estilo eterno.
A través de las frases que nos dejó Hubert de Givenchy nos transmite su visión de la elegancia, de la moda, o de lo que debería tener una mujer en el armario. Siempre aprenderemos del maestro.