"La joyería es algo personal, algo íntimo y se debe hacer con amor". Estas fueron las palabras que pronunció en 2004 el diseñador Anton Heunis, cuando creó su propia firma de joyería, después de su licenciatura en Bellas Artes en la Universidad de Stellenbosch (Sudáfrica). Sus llamativas y atrevidas creaciones combinan color, piedras semipreciosas y opulentos cristales, y claro, las celebrities caen rendidas a sus encantos. El creador ha cumplido diez años al frente de la firma y ha querido celebrarlo con Trendencias concediéndonos esta entrevista.
¿Por qué decidió dedicarse al diseño de joyas?
Creo que siempre quise dedicarme a la moda. Crecí en una ciudad sudafricana muy conservadora en la década de los 80 y recuerdo que le supliqué a mi madre que me comprase una muñeca Barbie para poder hacerle ropa. Lo tenía que esconder de todo el mundo, ya que un niño con una muñeca era un tabú en la comunidad en la que crecí. Me encantaba y me pasé infinidad de horas haciéndole conjuntos. La joyería era la evolución lógica, ya que Sudáfrica tiene una tradición mucho más fuerte de joyería que de moda. Me considero muy afortunado de poder hacer lo que siempre quise hacer desde que tengo uso de razón.
¿En qué se inspira a la hora de crear?
Mi inspiración viene de todo tipo de fuentes pero, sobre todo, me inspiro en el arte, el cine, la gente… La gente única y con personalidades excepcionales, que hacen lo que sienten, pase lo que pase, es lo que más me inspira.
El look Modern Vintage es su seña de identidad, ¿es el estilo que más le gusta, femenina y atrevida?
Definitivamente femenina y atrevida es una buena combinación. Diseño mis joyas para que la mujer que las lleve se sienta especial y única, que no se deje llevar por modas, sino por lo que le sienta bien y encaja con su personalidad. En esta sociedad todos intentamos distinguirnos de los demás, comunicar nuestras ideas y pensamientos, y nuestra manera de vestir es la mejor manera de hacerlo.
¿La producción es cien por cien española?
Absolutamente. Todas las joyas de Anton Heunis están cuidadosamente elaboradas a mano por un equipo de artesanos en nuestro taller en el centro histórico de Madrid. Cien por cien Handmade in Madrid.
He leído en varias entrevistas que le gusta “buscar cosas”. ¿Dónde busca? ¿Qué tiene que tener “una cosa” para comprarla?
Creo que esto forma parte de mi personalidad sentimental. No puedo dejar pasar un rastro o tienda de antigüedades. Cuando estoy viaje, es el primer motivo de peleas con mi pareja, que siempre quiero entrar en las tiendas más raras. Recuerdo una tienda en Nueva York, era un tipo “Todo a Cien” y estaba llena de cosas que, por lo menos hacía 30 años que estaban allí sin que nadie las limpiara, había una capa de polvo encima y era difícil ver que había debajo. ¡Fue como entrar en un “Time Warp”! Nunca busco nada en concreto, tiene que ser algo especial, algo que cuente una historia. Si es un objeto de diseño, estupendo, pero también me flipan cosas muy mal diseñadas, tienen su ironía y encanto también.
¿De dónde trae las piedras semi-preciosas y cristales, además de las ya citadas “cosas”?
Mis piedras vienen de Austria, de Swarovski, pero también busco por todo el mundo. En el sur de Alemania, hay unos artesanos que todavía fabrican piedras como se hacía en los años 30 y 40. Quedan unos tres o cuatros artesanos que todavía pueden conocen estas técnicas y ellos fabrican piedras artesanales de vidrio para nosotros. También compro piedras vintage de antiguas empresas de bisutería de los años 50. Las piedras semi-preciosas las compramos de todo el mundo, depende de donde se pueda encontrar en este momento una piedra específica: Brasil, la India, Sudáfrica, China... depende de la disponibilidad.
¿Qué características tiene que tener una pieza para que usted la vea perfecta?
Que haya algo imperfecta la hace perfecta. Me fascinan los contrastes, por eso una pieza perfecta es aburrida. Quiero ver que está hecha a mano, con cariño. En la sitcom americana Frasier, Frasier comenta a su hermano: "El único restaurante mejor que un restaurante perfecto es un restaurante perfecto con un pequeña fallo que se puede criticar..."
¿Qué prefiere un look con exceso de joyas o más sencillo?
Definitivamente, algo más sencillo. No se trata de ponerse encima todas las joyas a la vez, sino de saber combinar bien piezas más pequeñas o un collar statement con el look que se lleva.
Kate Moss o Rachel Bilson han lucido sus joyas, ¿cómo se siente uno cuando ve que una celebrity luce sus creaciones?
Obviamente, me hace sentir muy bien cuando a las celebrities les gustan mis joyas. De todas maneras, tengo que admitir que realmente me da un vuelco el corazón cada vez que veo una mujer anónima por la calle con mis joyas. Pienso que de todas las opciones posibles, ella ha escogido mis creaciones y eso es muy, muy especial.
¿A quién le gustaría ver con una joya suya que todavía no lo haya hecho? A Julianne Moore, tiene una belleza atemporal. Siempre he pensado que cabello pelirrojo y ojos verdes es una de las combinaciones más bonitas, pero, sobre todo, me encanta su estilo tiene una aura de diosa cinematográfica. A diferencia de otras celebrities de hoy en día, ella es eterna como Ava Gardner, Rita Hayworth o Audrey Hepburn. Julianne no da la impresión de haber sido replicada en el laboratorio de un cirujano plástico como otras estrellas de Hollywood. Sólo se necesita ver la película “A Single Man” dirigida por Tom Ford para entender el grande icono de estilo que es.
¿Cómo definiría el mundo de la joyería?
Es un mundo muy competitivo. Cada dos por tres hay una famosa o it-girl que quiere sacar una colección. Creen que hacer una colección de joyas es lo más fácil. No suelen tener mucho éxito pero satura el mercado.
Diez años… ¿se le ha hecho largo?
Se me han pasado volando. Han sido diez años lleno de altibajos, pero al final lo que me ha sorprendido es el amor y cariño que hemos recibido de todos nuestros fans. Creo que cuando estás tan metido en tu proyecto y producto, es muy importante distanciarte un poco y celebrar los éxitos que has logrado, aunque uno nunca se puede relajar. Ahora a por otros diez.
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