Mientras medio país se va de festival, hoy os propongo un plan alternativo, pasaros por Bilbao a comer unos pintxos, dar un paseo por alrededor de la ría y visitar ese magnífico edificio que es el Gugenheim (se nota que soy buena embajadora de mi tierra). Además ahora tenéis la excusa perfecta, mientras el resto del país se asa de calor a 40 grados, la temperatura por aquí es primaveral, no pasa de los 25 grados (a las noches incluso refresca y se puede dormir a pierna suelta). Pero sobre todo mi invitación se debe a que en el Guggenheim se puede visitar hasta el 7 de septiembre la exposición Cosas del Surrealismo.
¿Y que tiene todo esto que ver con la moda? Pues mucho, porque una parte muy importante de la exposición recopila diseños de Elsa Schiaparelli y de Madame Grés. Elsa fue una diseñadora que durante los años 30 colaboró mano a mano con Salvador Dalí y con otros artistas trasladando el surrealismo a las prendas de vestir. Entre sus cuidados diseños se pueden ver vestidos de noche realizados con crepé de seda (como el increíble vestido-esqueleto), guantes con mariposas y con uñas, el sombrero zapato, chaquetas y abrigos con laboriosas aplicaciones y bordados y telas con estampados dibujados por artistas surrealistas como Jean Cocteau. En la exposición también podemos disfrutar viendo preciosas joyas, como el broche "Labios de Rubí" realizado por Dalí, brazaletes, collares, en incluso frascos de perfumes de la época.
Muchos artistas del movimiento surrealista vieron como la moda les servía para materializar su arte, darle vida y sacarlo a la calle, además que les daba la oportunidad de jugar con el cuerpo humano y con el fetichismo (temas que les obsesionaban por sus constantes preocupaciones sexuales y psicológicas). En numerosas ocasiones utilizaron pieles porque les fascinaba el punto de unión entre hombre y animal (a veces, utilizando las pieles a modo de vello púbico, otras veces creando prendas con pelo de mono).
Si aún os queda alguna duda de si visitar o no la exposición, os cuento también a las apasionadas de las revistas de moda que hay fotografías de moda realizadas con la irreal estética surrealista, y portadas de Vogue y de Harper's Bazaar de los años 1937 o 1946, así como una portada de Vogue realizada por el genio catalán Salvador Dalí. La parte de la exposición dedicada al mobiliario y a la decoración es también espectacular. Lo dicho, no os lo podéis perder.