Las firmas de moda con más historia renacen de sus cenizas para triunfar en el siglo XXI

Para los que conocen la Historia de la Moda y de la alta costura, firmas como Schiaparelli, Vionnet, o Balmain significan arte puro y moda de alto standing. Evocan una pasión por la ropa bien hecha, por la Alta Costura, y su nombre vale su peso en oro. Tanto, que muchos inversores recurren a resucitar viejas maisons cerradas hace décadas para que el eco de sus nombres les hagan triunfar en el siglo XXI. Algunas firmas se mantienen fieles a su legado, mientras que otras lo cambian por completo. Repasemos todas las viejas firmas de moda que han vuelto a la actualidad.

Charles James

Después de la exhibición en el Met el año pasado, Charles James, el Primer Costurero de América, el mecenas Harvey Weinstein (marido de Georgina Chapman, al frente de Marchesa), compró la licencia de la firma a la familia de Charles James con el fin de resucitarla.

Después de aquella inversión el nombre de Zac Posen saltó como posible directo creativo de la mítica firma. El estilo de sus vestidos majestuosos y esculturales desde luego tiene muchos puntos en común con Charles James, como así lo demostró en la gala del Met de 2014. Sin embargo, de momento poco más se sabe de la posible resurrección de la firma americana, todo parece estar en stand by.

Schiaparelli

Hubo un tiempo en el que Elsa Schiaparelli era la gran rival de Coco Chanel. Ambas firmas competían de igual a igual en la creación de vestidos y diseños irrepetibles. Schiaparelli es sinónimo de surrealismo, de atrevimiento y originalidad, de concebir la moda como una expresión artística.

Después de que Elsa Schiaparelli dejara el diseño en 1954, la maison Schiaparelli se cerró hasta hace poco, cuando Diego Della Valle decidió reabrirla. Primero con una colección cápsula de Alta Costura creada por Christian Lacroix y posteriormente con Marco Zanini, que creó una colección atrevida y ecléctica.

Ahora se abre una nueva etapa en la Maison del shocking pink con el nombramiento de Bertrand Guyon como Director de Diseño de todas las colecciones de Haute Couture y Prêt-à-Couture. En julio veremos su estreno en la Alta Costura. El objetivo es continuar el espíritu innovador y extravagante de la firma, respetando su legado de creatividad y estilo chic.

Vionnet

La casa Vionnet triunfó en los años 20 con sus vestidos de inspiración en la Grecia clásica, sus plisados y sus drapeados, pero fue cerrada durante la Segunda Guerra Mundial. La diseñadora que creaba sobre maniquís y que impulsó el corte al bies en los vestidos de la época, decidió cerrar ante los malos tiempos que se avecinaban.

A partir de 2006 varios inversores han intentado recuperar la firma, y el nombre de Vionnet ha pasado por las manos de Arnaud de Lummen, Matteo Marzotto y, actualmente, Goga Ashkenazi, quien asumió la dirección creativa y empresarial de Vionnet. Hussein Chalayan presentó una colección de demi-couture en 2014 siendo fiel a lo que representa esta firma clásica, pero al mismo tiempo, mostrando su increíble talento.

Aunque los diseños de la era moderna han sido lucidos por famosas como Diane Kruger, Natalie Portman o Emma Watson, la firma sigue manteniendo un perfil modesto. De los últimos tiempos, nos quedamos con la espectacular campaña que realizó Jean Paul Goude en 2014 en homenaje a lo que representa Vionnet.

Hervé Leger

Hervé Leger es una firma mucho más moderna: fue creada en 1985 y triunfó gracias a sus vestidos bondage, que se ajustaban al cuerpo como ningún otro gracias a su poder para amoldar la silueta.

Max Azria relanzó la firma en 2007 y enseguida triunfó entre las famosas, haciendo que la marca Hervé Leger esté de nuevo consolidada y con buen nivel de ventas. Sus vestidos bodycon está claro que no pasaron de moda.

Paco Rabanne

Por mucho que ahora nos quedemos con las anécdotas de sus declaraciones locas (como vaticinar que la estación Mir caería sobre París), Paco Rabanne ha sido uno de los diseñadores españoles más importantes y visionarios de todos los tiempos. Sus creaciones con metal, plexiglás, o con cota de malla cambiaron la forma de ver la moda en los años 60 y 70. El diseñador siguió lanzando colecciones hasta su retiro en 1999.

Después, la firma se ha intentado resucitar con varios directores creativos, y actualmente Paco Rabanne está en las manos de Julien Dossena, un discípulo de Nicolas Ghesquière. Colección tras colección revistan los clásicos de la firma, actualizándolos a los nuevos tiempos, aunque lo realmente lucrativo de la firma son sus perfumes.

Balmain

Balmain vivió su época dorada durante el New Look de Dior, y esa silueta de cintura estrecha marcaba muchos de sus diseños. Balmain es una firma con gran solera por la que han pasado grandes nombres como Oscar de la Renta.

Christophe Decarnin dio un giro radical a la firma a partir de 2006, los diseños se han vuelto más estridentes, con looks barrocos y exagerados que han sido bienvenidos entre las fashion victims. Esa misma línea continuó su sucesor como directo creativo, Olivier Rousteing, cuyos diseños pronto tendremos a nuestro alcance en la futura colección cápsula para H&M. Una firma que no tiene nada que ver en la actualidad con lo que era cuando se creó.

Halston

Los vestidos de Halston representan el estilo disco y glamuroso de los años 70. Todas lucían los diseños de Halston en Studio 54. Antes de la muerte del diseñador en 1990, Halston vendió la licencia de su marca en los años 80, perdiendo el control de la firma.

En los últimos años, nombres muy conocidos como Tamara Mellon, Rachel Zoe, Marco Zanini o Sarah Jessica Parker han tratado de relanzar la firma bajo el nombre de Halston o Halston Heritage sin conseguir grandes resultados, lo que prueba que no sólo un nombre reconocido basta para resucitar una firma.

Moschino

El caso de Moschino es diferente. Moschino nunca desapareció, pero les ha costado años encontrar la horma de su zapato. Jeremy Scott encaja a la perfección con el espíritu rebelde, provocador, e irreverente que tenía Franco Moschino y desde que asumió su dirección creativa en 2013, Moschino vuelve a estar en boca de todos.

Indudablemente, todas estas firmas tienen un nombre potente que vale millones, un legado digno de ser revisitado, y los inversores buscan sacar rendimiento fácilmente a través de una etiqueta ya reconocida. Sin embargo, algunas firmas consiguen desligarse de lo que representaban en su momento y renacen de manera totalmente distinta y más moderna, consiguiendo hacer colecciones de moda interesantes más allá de su nombre.

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