Marc Jacobs Otoño-Invierno 2009/2010 en la Semana de la moda de Nueva York

Si el invierno pasado Marc Jacobs recuperaba el espíritu oversized de los noventa, para el próximo otoño-invierno 2009/2010, el chico de oro de la moda americana vuelve a la canalla, desscarada y atípica década de los ochenta. La colección que presentó ayer por la noche en la sede de la armería estatal, más que ser memorable por lo magistral, fue divertida, y el mejor bálsamo para olvidar la peliaguda situación financiera.

Jacobs ha optado por recuperar esos viejos tiempos en los que empezaba a hacerse un hueco en la escena neoyorquina y se insufla él mismo una bocanada de aire fresco a través de sus propios recuerdos en forma de nuevas y anárquicas propuestas.

El desfile es interminable, y cuesta cogerle el ritmo porque la primera parte está repleta de looks algo banales e insulsos en los que los únicos protagonistas casi en solitario son los estrafalarios peinados y los llamativos complementos.

Entre los que destacan los guantes extra largos de piel en colores chillones como el amarillo.

Y es que más que un desfile al uso, lo de Jacobs parece una reunión de amigas vestidas cada una para una cosa distinta: unas para una cita o para ir de compras, otras para una reunión de trabajo, y la mayoría para salir de fiesta con faldas de vuelo exagerado, lentejuelas, y vestidos desestructurados. Y aunque los tonos base predominantes siempre son oscuros, negro principalmente, y azul cobalto, siempre hay un toque de color que viene dado por los complementos (me encantan los botines).

Cuando cae la noche, los tonos metalizados y las siluetas picudas, las hombreras armadas, los volúmenes, y los tejidos tecnológicos, toman las riendas.

Y además, Jacobs, muestra sus verdaderos colores: el fúcsia y el rojo son su mejor combinación, aunque también hay amarillo, verde musgo, azulón, y malva.

Me encanta este abrigo trenca monocolor.

Y me encantan los bolsos de mano con estampado de flores.

A conjunto con los leggings-zapato, ¿os suena?

La colección ha sido entretenida y dispar, muy heterogénea al estilo Jacobs, es decir, haciendo lo que le da la gana, pero no quedará para la posteridad como su mejor obra: yo me sigo quedando con su colección de primavera-verano.

Fotos | WWD En Trendencias | Marc Jacobs campaña primavera-verano 2009 con Raquel Zimmerman, Marc Jacobs ¿genio o showman?

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