Su conquista Americana es un hecho más que consumado, y es que Penélope Cruz no solamente es respetada y alabada por su trabajo cinematográfico, que es de lo que se trata, sino que nuestra actriz más internacional aunque también una de las más odiadas por su escaso amor por los medios nacionales y su relación exclusiva y cordial con la prensa norteamericana, se está convirtendo en un icono de estilo
yo entiendo que lo que le interesa a nivel comercial es la proyección internacional, pero también entiendo que a veces se pasa de evasiva con los de casa, el caso es que últimamente solamente la vemos posando al otro lado del charco, estupenda, guapísima, relajada, y no solamente aparece en programas, también ocupa portadas,
no le bastó con cubrir un número fantástico de Vogue, o hace poco un editorial muy sexy en W, ahora es la edición yankee de Glamour, en su número de Septiembre, la que se hace eco de su tirón,
un tirón que hace que su imagen sea la más comentada; y su estilo, el más elogiado y aplaudido; si ayer la veíamos en la presentación de Elegy y entrando y saliendo de El show de David Letterman, hoy la vemos haciendo lo propio en Good Mornig America, con un top de Mathew Williamson pre-fall 2008, que personalmente me encanta, se llama ballerina, y me entusiasma todavía más en su versión túnica, y bustier, aunque el primero cueste 1870 dólares, y el segundo, 1190, y que para el que quiera y pueda, están disponibles en net a porter
aunque si lo prefieres, puedes comprarte también su modelito de Marchesa Invierno 2008, que lució la noche anterior, y que sale bastante más caro.
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