Riccardo Tisci, el señor oscuro

Puede que a muchos la elección de Riccardo Tisci como anfitrión para la Gala del Met de este año no les pareciese la más acertada o la más lógica, sobre todo estando por allí Vivienne Westwood, icono y musa del movimiento. Pero las grandes recaudaciones de fondos organizadas por directoras de revistas de moda y páginas de venta online de ropa cara son así.

Probablemente la decisión se tomase en la anterior gala, en la que el mundo de la moda se volvía loco con el nuevo look de una actriz del montón hasta ese momento, Rooney Mara, que con su papel de Lisbeth Salander, y cuya imagen en la película lo más parecido al punk que hemos visto en mucho tiempo, consiguió revolucionar las alfombras rojas con un cambio de look en la que el lado oscuro de Givenchy fue la clave. Y es que Tisci lleva ya varias galas consiguiendo situar entre las mejor vestidas a invitadas vestidas de Givenchy, y que en muchas ocasiones repiten como la propia Mara, Beyoncé, Christina Ricci, Florence Welch o Liv Tyler.

Riccardo Tisci aterriza en Givenchy en 2005 como sustituto de Julien Macdonald tras un largo proceso de selección en el que la clave para su contratación fue no haber hecho ni una sola referencia a Audrey Hepburn, dejando claro que todo el concepto de la marca iba a dar un vuelco.

Tisci nació en Taranto, un pueblo del sur de Italia en 1974 en el seno de una familia humilde, a la que está muy unido, de la que es el menor y el único chico tras 8 hijas. Y gran parte de sus temas recurrentes y obsesiones creativas vienen de esa herencia: el encaje, las procesiones, el mundo gótico y escuro o el fetichismo. Inicia sus estudios de diseño en Italia pero con 17 años da el salto a Londres. Primero a la London College of Fashion donde los profesores lo animan a presentarse a la mítica Central Sain Martins, en la que puede estudiar gracias a ser considerado merecedor de esta beca.

Es aquí donde conoce a Mariacarla Boscono, que se convierte en su musa, y será protagonista de varias campañas cuando llega a Givenchy, y la ha convertido en la imagen del último perfume de la marca.

Tras graduarse en 1999 vuelve a Italia y trabaja con Antonio Berardi, Puma y Coccapani marca con la que consigue vestir a Marilyn Manson durante su gira, iniciando así una lista de estrellas de la música que vestirán sus prendas sobre el escenario que incluye a Madonna o Rihanna.

Su aterrizaje en Givenchy fue un éxito casi desde el primer momento. Sus colecciones, sobre todo las de costura, rompieron moldes: las primeras por sus espectaculares puestas en escena (sus pasarelas alfombradas de pétalos de hojas o flores son ya un clásico) y las últimas por dejar de hacer desfiles y hacer presentaciones para la prensa con maniquís y una cuidada fotografía de grupo y de cada vestido realizada por Willy Wanderpierre tanto de frente como de espalda en un lugar de París que raramente relacionado con la moda como un gimnasio o una terraza (se pueden ver algunas pulsando aquí o aquí). Sin embargo a finales de 2012 saltó la noticia de que Givenchy dejaba de presentar colecciones de Alta Costura sin una explicación oficial del motivo pero que se achaca al alto coste y bajo beneficio que reportaba, pero sin dejar de crear vestidos a medida y completamente exclusivos para la alfombra roja si es necesario.

Pero a pesar de la oscuridad que hay en su mundo creativo, su carácter es abierto y divertido. Tiene un gusto musical exquisito, tanto para sus desfiles, como para las fiestas de después o a la hora de colaborar en un disco con Jay Z y Kanye West, tiene una especie de troupe que le acompaña y que incluso protagoniza sus campañas en la que además de la Boscono destaca Lea T, una transexual brasileña que ha participado en varias de sus campañas, Marina Abramovic o Vanessa Traina que se casó vestida con uno de sus vestidos de alta costura.

Con un contrato en vigor recientemente renovado y tan solo 38 años tiene un futuro brillante, aunque probablemente lleno de oscuridad estética por delante.

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