Aunque los chalecos largos se vieron puntualmente en los desfiles de Yves Saint Laurent para esta primavera-verano, este otoño-invierno los chalecos largos inundan casi todos los desfiles. Existen dos versiones: el chaleco de tipo masculino, cortado como si se tratara de una chaqueta sin mangas, y el chaleco de piel o pelo, en una versión más hippie.
Dentro del primer tipo tenemos los ejemplos de Derek Lam, en riguroso negro y con cuello de piel, de Diane Von Furstenberg (mi favorito), que combina el chaleco en los tonos cálidos del vestido, los chalecos de Etro, de Marni (en rosa), de Phillip Lim y el chaleco minimalista de Calvin Klein.
En la versión más hippie y más folk hemos visto los chalecos de pelo de Dolce & Gabanna, y en la versión más elegante, los chalecos de piel en los desfiles de Derek Lam y de Celine. En las tiendas como Zara y Stradivarius ya han sacado las versiones para todos los bolsillos del chaleco de Dolce&Gabanna, así que nos podemos hacer con uno si queremos construir el perfecto armario folk de este otoño.
Desde luego, no es la opción más adecuada para el frío más intenso, pero la verdad es que son muy apetecibles. Quedan especialmente elegantes ceñidos con cinturón.