Las cinco reglas de oro de Marie Kondo para que las zonas comunes de casa estén siempre limpias y ordenadas, por muchos que seáis

Al estado del salón, la cocina y los cuartos de baño no tiene por qué pasarle factura el que utilicéis la misma habitación varias personas

Marie
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Hay un reto que es común tanto a quienes viven en una casa grande como en un piso pequeño. También a los que vives en familia, en pareja o compartiendo con amigos... Y se trata de mantener las zonas comunes ordenadas. Porque si no vives solo, no puedes controlar lo que los demás hagan y cada persona tiene sus costumbres y manías. No obstante, sí se pueden convenir unas normas y hábitos compartidos que ayuden a que estancias como la cocina, el salón o el baño no acaben manga por hombro y provocando roces y malos rollos. Esto es lo que recomienda Marie Kondo al respecto:

Haced un horario

El primero de los consejos del método KonMari para conseguir que todos los habitantes de una casa contribuyan a mantener un ambiente ordenado y armonioso es elaborar un horario de limpieza. Es importante que, como parte del mismo, se especifiquen todas las tareas a realizar y en qué orden han de hacerse (desde doblar las mantas hasta pasar la aspiradora, fregar...). Esto simplificará el proceso y hará que sea más fácil.

Juntaos para limpiar

En muchas casas, el reparto de las tareas del hogar se divide en personas y se deja libertad para que cada uno las haga cuando pueda o quiera. Sin embargo, Marie Kondo recomienda encontrar un momento en el que todos podáis poneros a limpiar y ordenar a la vez. Incluso si cada uno tiene unas tareas determinadas  asignadas. Además, si tienes hijos, inclúyelos también en el plan de limpieza. Se trata de trabajar juntos en un sentido compartido de responsabilidad. Podéis enfocarlo como si fuer aun proyecto familiar.

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Ordenad primero

Antes de limpiar, ordenad y aprovechad para deshaceros de todo aquello que no os aporte alegría o no necesitéis. El objetivo es acabar rodeados de vuestras cosas favoritas y hacerlas destacar para que cada estancia de la casa tenga la capacidad de induciros a un estado calmado y feliz.

Haz que sea un juego

Sobre todo, para los niños y adolescentes de la casa, enfócalo como si fuera un juego. De este modo, lo asociarán a una experiencia divertida y positiva. Por ejemplo, puedes poner un temporizador para que realicen cada tarea antes de que se les acabe el tiempo y que limpiar se convierta en un reto.

Tened presente el porqué de lo que hacéis

Limpiar y ordenar la casa no consiste en cumplir ordenes férreas de forma ciega sino en pensar en vuestras necesidades y motivos concretos para poner en orden una habitación. Menos los baños, el resto de las zonas comunes de un hogar suelen ser lugar de reunión donde se producen buenos momentos en compañía. Pensad en lo que necesitáis vosotros para que esas zonas estén siempre listas para pasarlo bien y crear los mejores recuerdos.

Fotos | @konmari.co

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