Diez muebles de Ikea buenos, bonitos y baratos que no parecen de usar y tirar para tu habitación de piso compartido

Cuando vives de alquiler en un piso compartido, sueles saber cuándo empieza tu contrato pero no cuándo termina. Tu próxima mudanza siempre puede andar acechando a la vuelta de la esquina o tardar años en llegar... Pero, tanto si planeas llevarte contigo los muebles llegado el momento, como dejárselos al siguiente en venir o no tienes ni idea de lo que harás para entonces, lo que buscas es más o menos lo mismo: algo económico y/o ligero que sea funcional pero, al mismo tiempo, mono y tenga personalidad. Porque sí, poder sentirnos en casa en un espacio que solo será nuestro temporalmente es muy importante.

Según el informe Perfil de las personas que comparten vivienda, elaborado por el portal inmobiliario Fotocasa, la edad media para compartir piso en España ha aumentado en los últimos años de 29 a 34 años. Como alguien que se ha mudado 13 veces en poco más de una década, puedo afirmar que llega un punto en el que, ante la imposibilidad de tener tu propio hogar, quieres al menos tener tus propios muebles en tu dormitorio. Eso sí, como en tu vida todo es incertidumbre y temporalidad, tampoco procede gastarse un dineral en un mobiliario que no sabemos si encajará en nuestra próxima casa. Aún así, podemos hacer un apaño low cost sin salir de Ikea.

Una estantería Kallax diseñada al gusto y diferente al resto

La familia Kallax es una serie de estanterías económicas pensadas para que podamos tener todo en orden en cualquiera estancia. Se trata de estanterías funcionales y minimalistas pero que podemos personalizar al gusto con una gran cantidad de accesorios. Están pensados por los diseñadores de la firma para acoplarse a ellas y van más allá de las típicas cestas cuadradas que primero se nos vienen a la mente. Cajoneras, baldas, patas, puertas... las combinaciones son casi infinitas y hace muy versátiles estos muebles económicos.

Tapar desperfectos y lo que surja

A menudo, los pisos compartidos de la gente precaria de hoy son aquellos en los que vivieron los ricos hace un siglo. Eso quiere decir que muchos tienen distribuciones extrañas que no se adaptan al estilo de vida actual. Por ejemplo, puede pasarnos con relativa frecuencia que las habitaciones estén interconectadas y quieras esconder esos portones que amenazan tu intimidad y la estética del único lugar del inmueble en el que mandas.

Podemos solucionar el problema fácilmente colgando de la pared soportes para paneles japoneses y un trozo de tela por metros. O paneles japoneses, duh.

Con la cantidad de inquilinos que pasan por un piso a lo largo de los años y lo poco que invierten algunos caseros en los pisos que alquilan, es probable que haya desperfectos y suciedad acumulada en algunas zonas que no consigas quitar del todo. Cuando se encuentra a una altura considerable, podemos recurrir a cuadros, láminas y baldas. Sin embargo, la cosas se complica cuando estos están más cerca del suelo. Una buena solución, además de macetas con plantas, puede ser tirar de un espejo apoyado en el suelo. Además de esconder aquello que no queremos que se vea, le dará profundidad a la habitación.

Improvisando un vestidor

No tener armario en el piso al que nos mudamos puede ser uno de los problemas más costosos y menos prácticos de solventar ya que, probablemente, se trate del mueble más tedioso de transportar de una casa a otra. Además, son caros. No obstante, una forma socorrida a la par que decortativa es optar por un perchero bien ordenado y en el que todas las perchas sean iguales (importante para crear armonía).

También nos puede servir una solución intermedia como un armario de concepto abierto como este:

Por supuesto, tampoco pueden faltar las cajas de almacenamiento bonitas. Que no te tiemble la mano a la hora de no optar por la elección más barata en este apartado. Debajo de la cama, a los pies del perchero... En esta caja de tela cabe mucho más de lo que parece y es especialmente útil para hacer cambio de armario y guardae la ropa que no estamos usando según la temporada.

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Fotos | Ikea