La mayoría de las personas no lo usamos, pero este agujero tiene varios propósitos. Y muy útiles
Da igual del material del que esté hecha, el tamaño que tenga o lo que cocines en ella. Casi todas las sartenes, en Pekín y en "Pokón", tienen el mismo denominador común: un mango alargado con un agujero en su extremo exterior. Pero ¿para qué sirve realmente este detalle?
La lógica nos lleva a pensar que este agujero que suele haber en el mango de cualquier sartén, ya sea este de plástico o de acero inoxidable, está ahí para poder dejarlas colgando de un gancho en la pared o el techo y tener así más espacio de almacenaje en los armarios de la cocina. Sin embargo, también tiene otro propósito mucho menos conocido y evidente...
De este modo, tanto si guardas tus sartenes colgando como apiladas en un armario, esta segunda función del agujero del mango te va a ser de gran utilidad. Y es que está pensado para que dejemos reposando en él las cucharas y utensilios que usamos mientras cocinamos para remover la comida.
Es decir, que podemos colocar en este agujero las cucharas de madera, paletas, tenedores, cucharones... que no solemos saber muy bien donde dejar entre removidas de los alimentos que estamos cocinando.
Eso sí, hay que introducir el utensilio en el agujero poniendo la parte manchada de comida hacia arriba y apoyado en la placa de cocina. De este modo, lo tendremos siempre a mano, mancharemos menos y evitamos que se quemen y estropeen si las dejáramos sobre la sartén caliente. Lo único malo que puede fallar es que nuestro cubierto no quema en el agujero por incompatibilidad de dimensiones.
Foto de portada | Food Photographer | Jennifer Pallian
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