Así he conseguido meter la ropa en la maleta y que no se arrugue estas vacaciones (y no, no es el truco de Marie Kondo)

De Marie Kondo hemos aprendido que, al contrario de lo que puede parecer lógico, intentando aplicar la lógica, la antelación no juega en nuestro favor a la hora de hacer una maleta (aunque tampoco se trata de dejarlo para el último minuto). La japonesa recomienda hacer el equipaje poco antes de salir de viaje para no acabar perdiendo tiempo sacando y metiendo cosas que podamos necesitar entre tanto. Claro que para hacer la maleta perfecta no es suficiente solo con esta perla de sabiduría ni con  doblar la ropa en vertical. Hacen falta más trucos y técnicas. Sobre todo, si no queremos que toda nuestra ropa acabe arrugada.

Para empezar, lo más básico es usar el tamaño adecuado de maleta según la cantidad de pertenencias que necesitemos llevar con nosotros. Esto es tan importante porque en una maleta que sea más grande de lo que realmente necesitamos, la ropa se irá moviendo en el interior, favoreciendo que se arrugue. No obstante, lo mismo pasa con una demasiado pequeña, ya que la ropa irá demasiado apretada y aplastada.

Entrando ya en aquello que va dentro, a menudo, a la hora de hacer una maleta pensamos solo en llevarnos la ropa que mejor nos sienta y con la que más pensamos que nos vamos a lucir. Sin embargo, es todavía más importante fijarse y dar preferencia a aquellas telas que se arruguen menos y, por supuesto, doblar las prendas con mucho cuidado. Esto implica superponer bien la tela, tratando que no se creen arrugas.

A este propósito ayudan mucho los estuches organizadores de viaje que, además, también ahorran espacio. No obstante, otra alternativa es añadir papel de arroz o plástico (como bolsas) entre las prendas, lo que reduce la fricción entre la ropa. Eso sí, cuando ya lo hayas metido todo, no olvides utilizar las gomas que vienen al fondo de la maleta para fijar la ropa y mantenerla estable.

Además, recuerda que, cuando llegues a tu destino, lo mejor es sacar la ropa inmediatamente y colgarla para que no se arrugue. En cualquier caso, si aún así encontraras arruga en tu ropa, nos queda un último comodín: un spray antiarrugas.

Un buen spray antiarrugas te ayudará a recuperar tu ropa de forma fácil y rápida si no tienes plancha. Además, puedes hacerlo tú mismo. Solo necesitas una botella de tamaño viaje con atomizador. Dentro, mezcla 250 ml de agua, 30 ml (dos cucharadas) de suavizante de ropa, 30 ml (dos cucharadas) de alcohol isopropílico y ya lo tendrás listo para usar y acabar con las arrugas.

Foto de portada | Marissa Grootes

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